La recapitalización de la banca deberá hacerse sin aval europeo
Los ministros de Economía de la UE rechazaron ayer la propuesta de establecer un aval comunitario para el proceso de recapitalización de la banca. La negativa deja a cada país la responsabilidad de seguir avalando sus propias entidades. La CE aprobará hoy las normas sobre la ejecución de esos avales nacionales.
Elena Salgado y Mario Monti recibieron ayer un amargo presente por parte de sus homólogos europeos. La ministra española saliente y el nuevo ministro italiano (y primer ministro) se despidieron y se estrenaron respectivamente en Bruselas con la negativa comunitaria a avalar las emisiones de deudas de los bancos europeos en dificultades.
El Ecofin (consejo de ministros de Economía de la UE) descartó ayer esa posibilidad y acordó que "cada país ponga en marcha su propio esquema de avales", según explicó el ministro polaco y presidente de turno, Jacek Rotowski.
La negativa coloca a España e Italia, entre otros países, en serias dificultades, porque el aval público a unas emisiones que se prevén multimillonarias en 2012 podría agravar aún más las dudas sobre la fiabilidad de su deuda soberana.
"Tras la cumbre del día 9 debe haber una acción inmediata y muy poderosa"
Bruselas, de hecho, había alertado en documentos internos sobre la "ineficacia" de los avales nacionales en aquellos países que "sufren de debilidad en su garantía soberana". Y los mismos análisis anticipaban la previsible incapacidad de los avales nacionales "para frenar el riesgo de contagio a través de los mercados financieros de la UE".
El riesgo más evidente, según los analistas, es que las primas de riesgo de los países periféricos se tensen de nuevo y que la desconfianza entre las entidades financieras se propague con un peligroso efecto en cascada.
Para evitar esos riesgos, la Comisión Europea y la Autoridad Bancaria Europea habían recomendado el establecimiento de avales comunitarios, sufragados por todos los Estados de la UE, o al menos una coordinación estrecha entre los mecanismos de garantía nacionales.
Pero varios países, encabezados por Alemania, rechazaron ayer esa propuesta durante un desayuno de trabajo de los ministros previo a la reunión del Ecofin.
La financiación de la banca europea a medio plazo y la recapitalización para cumplir antes de junio de 2012 con las nuevas exigencias de la Autoridad Bancaria Europea deberán hacerse, por tanto, con avales nacionales, como en 2008.
La Comisión Europea prolongará hoy mismo la autorización para que se pueda continuar con esas garantías nacionales más allá del 1 de enero de 2012. La dirección general de Competencia tiene previsto endurecer ligeramente las condiciones de precio de las garantías, así como supeditar a un mayor control la viabilidad de las entidades que se acojan a esa ayuda de Estado.
"Riesgo de Tratado"
A la incertidumbre sobre el sector financiero se añadirá las semana que viene "el riesgo de Tratado", según Rotowski. El ministro polaco y presidente de turno del Ecofin calificó así la inquietud que, a su juicio, provocará en los mercados la cumbre europea del 9 de diciembre, en la que Berlín y París esperan poner en marcha una reforma del Tratado de la UE para endurecer drásticamente el control de los países rescatados o socorridos por el BCE.
Rotowski reclamó que, "una vez aceptadas esas propuestas, debe haber una acción inmediata y extremadamente poderosa para estabilizar los mercados y evitar que cunda la incertidumbre".
Esa intervención masiva el próximo lunes 12 de diciembre podría llegar a través del BCE o con el anuncio de planes de intervención canalizados a través del Fondo Monetario Internacional.
El día más complicado de la ministra Salgado
Solo llevaba 13 meses al frente de Economía y Hacienda cuando vivió "el día más complicado" de su mandato, según reconoció ayer en Bruselas la vicepresidenta en funciones, Elena Salgado. "Fue aquella noche de mayo en la que se adoptaron decisiones muy importantes y medidas de solidaridad", recordó Salgado tras asistir, probablemente por última vez, a la reunión del Ecofin.En aquel 9 de mayo de 2010 Salgado presidía ese foro y lidió dos terribles batallas. Una, para lograr la creación de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, dotada con 440.000 millones de euros. Y otra, más agria, para ofrecer a sus homólogos europeos un plan de ajuste presupuestario que evitase a España acudir a ese nuevo fondo de rescate. Con todo, Salgado aseguró ayer que "lo más duro" durante sus dos años y medio en el ministerio "ha sido observar mes a mes cómo las cifras de paro no descendían". Deja en herencia cinco millones de desempleados.