Justicia desigual en China
Diez años después de la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio (OMC), los despachos de abogados internacionales no han conseguido ver ni la más modesta apertura que esperaban. La empresa australiana Mallesons Stephen Jaques está respondiendo con sus planes de fusión con King & Wood, una de las más importantes del país. No está claro que le vaya a proporcionar un gran alivio.
El Derecho es una de las partes más distorsionadas del universo de los negocios en China. Las empresas extranjeras tienen prohibido el asesoramiento, o la práctica, del Derecho chino. Los despachos de abogados locales tienen que suspender temporalmente sus credenciales si quieren trabajar para una empresa extranjera. Sin embargo, estas restricciones no se aplican a las empresas locales. La OMC, curiosamente, solo exigió que los abogados de fuera de China pudieran practicar la abogacía del país si están cualificados. También es difícil para las empresas extranjeras atraer talento local, gracias a la maraña de diferentes políticas fiscales. En algunas ciudades grandes, un abogado paga impuestos dos veces si trabaja para una empresa internacional, lo que ayuda a las empresas locales a ofrecer precios más competitivos.
La fusión es como mucho una solución parcial. Mallesons and King & Wood busca crear una estructura verein al estilo suizo, donde dos compañías existen como entidades separadas desde una perspectiva contable. El cliente puede ver solo una marca, pero a todos los efectos las empresas seguirán separadas. Los abogados de la mitad extranjera continuarán al margen de las principales líneas de negocio.
Las empresas mundiales solían decir que los clientes obtenían lo que pagaban, pero la fuga de cerebros de las empresas extranjeras a las locales significa que ya no es el caso. Una unión más estrecha da la oportunidad a las empresas de acceder a las fuentes de negocios internacionales -y más oportunidades para peces gordos en el extranjero-. Pero eso solo puede dejar a las empresas extranjeras con sede en China incluso más aisladas.
Por John Foley