El acuerdo abre la puerta a la formación del nuevo Ejecutivo que Bélgica espera desde las elecciones de junio de 2010.
El rey de los belgas, Alberto II, ha manifestado en un comunicado su satisfacción por el acuerdo y ha encargado al líder socialista francófono, Elio Di Rupo, que ha orquestado las negociaciones, formar gobierno "lo más rápido posible"