S&P rebaja el rating a Bélgica de AA+ a AA
La agencia de calificacion rebaja un peldaño la nota a Bélgica por los riesgos que entraña la situación del sector bancario para las finanzas del país.
Después de que ayer Portugal viese rebajada su calificación hasta el nivel de "bono basura", la creciente crisis de la deuda europea se cobra una nueva víctima para cerrar la semana: Bélgica, a quien Standard & Poors ha rebajado un peldaño, desde AA+ a AA, con perspectiva negativa, y reafirmando su rating a corto plazo en A-1+.
Según señala la agencia, la rebaja se sustenta en los mayores riesgos y dificultades que atraviesa el sector financiero belga, que en su opinión necesitará un mayor apoyo del Estado. Esto, a su vez, supondría un importante lastre para la economía del país, con una deuda sobre el PIB prevista para finales de año en el 93% en términos netos y del 97% en términos brutos, y que podría dispararse por encima del 100%.
El débil crecimiento económico europeo también golpea de forma a especial a Bélgica, cuyas exportaciones suponen algo más del 80% del PIB, por lo que su economía es muy susceptible a un debilitamiento de la demanda externa.
Además, los reiterados fracasos en el país para formar un nuevo gobierno está limitando la capacidad de sus autoridades para responder a estas dificultades que presionan a la economía belga. S&P reconoce las medidas que ha adoptado el gobierno interino para mejorar la situación fiscal durante este año, pero cree que carece de la fuerza suficiente para llevar a cabo reformas fiscales y estructurales más profundas.
Pese a que Bélgica acabará el año cumpliendo con su objetivo de déficit del 3,6%, y ayudado por un "robusto" crecimiento económico del 2%, S&P considera que los costes que la nacionalización de la filial belga de Dexia ha supuesto para las arcas públicas ha descompensado esa buena trayectoria presupuestaria. Finacial Times calcula en 4.000 millones la aportación estatal. La intervención en el banco le ha supuesto incrementar su deuda en un 1,1% del PIB.
La crisis de deuda ya no es, por tanto, problema de los llamados países periféricos. En el mes de noviembre, la rentabilidad del bono belga a diez años ha pasado del 4,403% al 5,863% en el que ha cerrado hoy, con su prima de riesgo en 360 puntos básicos. El contagio parece un hecho y ya llega a centroeuropa.