Gallardón logrará superávit en 2012 si vende su parte en el Canal
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó ayer los presupuestos de 2012, cuentas que prevé cerrar con un superávit de 234 millones de euros sin necesidad de refinanciar deuda. Eso sí, para conseguirlo, el consistorio espera obtener unos recursos extras de 700 millones, de los que 245 procederán de la venta del Canal de Isabel II.
Con una política de recorte del gasto que continúa un año más prácticamente en todas las partidas (el presupuesto total no financiero se reduce un 4,1% frente a 2011 hasta los 3.879 millones) y una moderada previsión de incremento de los ingresos, de apenas el 1,9%, (de 4.114 millones) el ayuntamiento de la capital prevé conseguir un superávit del 0,18% del PIB y reducir su deuda. La pregunta es obvia: ¿cómo?
El delegado de Hacienda del consistorio, Juan Bravo, explicó ayer que la clave está en los recursos extraordinarios que espera obtener. En total, suman unos 700 millones. Y estos se desglosarían en los 245 millones que recaudarán por la venta del 7% del capital del Canal de Isabel II que tiene el ayuntamiento (que se quedaría todavía con un 3% de esa sociedad) y los 159 millones que deja el ayuntamiento de pagar al Consorcio de Transportes por la cogestión de Metro.
A esto hay que sumar los 90 millones que también se ahorra por la subrogación de la deuda de la entidad Madrid Calle 30 y los aproximadamente 75 que espera ingresar por la venta de la sede de la Concejalía de Urbanismo de la calle Guatemala. Además, Bravo también recalcó los ahorros que seguirán obteniéndose por la renegociación a la baja de los principales contratos de servicios y suministros. De hecho, solo en personal y desde que comenzó la crisis en 2008, el ayuntamiento ha amortizado un total de 1.851 puestos de trabajo, lo que ha reducido la nómina desde entonces en casi otros 100 millones de euros.
Pago de facturas
El alcalde resumió así el balance de situación de las arcas municipales: "como hicimos los deberes antes que cualquier otra administración, hemos aplicado ya el grueso del ajuste sin adoptar medidas traumáticas como son los despidos y no solo volveremos a invertir en 2012, sino que no recortamos servicios esenciales como la atención a los mayores y todo ello congelando los principales tipos impositivos".
El único pero, en opinión de los gestores municipales, es el pago a proveedores que, un año después de la venta de Mercamadrid sigue estando en unos plazos de nueve meses para las grandes empresas y tiene un pendiente de pago de 900 millones. Sin embargo, si el nuevo Gobierno central pone en marcha, tal y como se comprometió el PP, otra línea ICO para el pago de facturas, Madrid espera ponerse al corriente (pagar en 50 días) en menos de 18 meses.
El eterno debate de la elevada deuda de Madrid
Aunque el alcalde eludió ayer contestar a todas las preguntas que le hicieron los periodistas sobre su presunto futuro en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, algo en la presentación que hizo de las cuentas de 2012 sonó a despedida. Gallardón agradeció de forma muy efusiva la labor de su equipo económico, como hace cada ejercicio, pero en esta ocasión fue más allá. Quiso reivindicar que el Consistorio fue una de las administraciones públicas que comenzó a aplicar los ajustes antes."Y ahora estas cuentas demuestran que es absolutamente falso que la capital esté peor que otras administraciones. Nuestra situación se ha criticado, pero no por ser distinta, sino por ser conocida", aseguró. Y prueba de ello, dijo, "es que cuando han aflorado las realidades de otras administraciones, se han puesto de manifiesto situaciones verdaderamente críticas que hoy es difícil reconducir".Así, al tocar el siempre espinoso asunto de la deuda, Gallardón recordó que continuará la reducción iniciada en 2010.Partiendo de una deuda viva de 6.761,74 millones a 31 de diciembre de 2009, en 2016 el Ayuntamiento de Madrid habrá reducido su endeudamiento a menos de la mitad, hasta situarlo en 3.248 millones de euros, es decir, un 52%. Y todo ello, tal y como explicó el delegado de Hacienda, con unas estimaciones de entregas a cuenta del Estado muy conservadoras, sin refinanciar los vencimientos de deuda anuales y, a partir de 2015, sin ingresos extras. Sobre si habrá entonces margen para bajar impuestos no se pronunció. Pero aún así, ¿qué mejor carta de presentación para Rajoy?