_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Europa, los huevos en el mismo cesto

La eurozona necesita un nuevo acrónimo. En los últimos tres años, el término PIGS (cerdos en inglés) ha sido utilizado como cajón de sastre para los países periféricos con problemas de liquidez de la moneda única. Pero ahora la crisis se ha trasladado al núcleo. Se necesita un cambio.

El término PIGS ha demostrado ser sorprendentemente resistente. Cuando se acuñó por primera vez, los ciudadanos de Portugal, Irlanda, Grecia y España estaban comprensiblemente molestos al haber sido agrupados de manera tan despectiva. Pero como Irlanda y Portugal siguieron a Grecia en la búsqueda de rescates, sus similitudes han superado las históricas diferencias.

Algunos sintieron que el acrónimo se cumple, dando a los especuladores una lista útil para escoger a su próxima víctima. Pero su supervivencia también ha sido un accidente. Cuando Italia se metió en problemas a principios de año, fue encajando suavemente en la letra reservada para el rescate de Irlanda. Los organismos políticamente sensibles intentaron evitar el insulto reorganizando las letras para crear el GIPS.

Pero aun así, la labor parece imposible. Contando con Eslovenia y Eslovaquia, la mejor opción sería SPIFFINESS (en sus siglas en inglés). Pero esto apenas resume el estado de ánimo sombrío. Y no incluye Grecia que es donde comenzaron todos los problemas.

Una idea mejor sería empezar con el miembro restante de la eurozona que no está siendo atacado por los mercados. Andrew Balls, director de gestión de la cartera europea de Pimco, describe ahora a aquellos países que están siendo rechazados por los inversores como EEG: todo el mundo excepto Alemania (Everyone Except Germany). Es un fiel reflejo del estado de pánico de los mercados. Y el acrónimo tiene la ventaja de ser corto. En el corral de la eurozona, es hora de olvidarse de los PIGS y empezar a contar los huevos rotos.

Por George Hay

Archivado En

_
_