Mayoría absoluta del PP
El PP ha ganado las elecciones por un amplio margen, según los resultados oficiales, pero inferior al que le daban las encuestas. Son 186 escaños: mayoría absoluta holgada. Tal y como anticipaban los sondeos, el PSOE se hunde: 110 diputados, su peor resultado en democracia. IU avanza hasta 11 escaños y Amaiur obtiene siete.
El PP ha ganado ampliamente las elecciones generales celebradas este domingo en España. El Partido Popular suma 186 escaños, mayoría absoluta, con más del 44,6% de los votos. La otra cara de la moneda es el PSOE: obtiene 110 asientos en el Congreso, el peor resultado de su historia, y un respaldo que no llega al 29% de los electores. CiU eleva su presencia de 10 a 16 escaños, mientras que IU se dispara y llega a 11 diputados, cuando hace algo menos de cuatro años no tenía ni grupo parlamentario propio.
Otra gran ganadora de las elecciones es Amaiur, que entra en el Congreso con siete diputados, según los resultados electorales. PNV mantiene grupo parlamentario propio pese a que retrocede en votos y UPyD lo logra por primera vez. Esquerra se alza con tres escaños y BNG y Coalición Canaria con dos. El partido de Francisco Álvarez Cascos consigue un diputado, al igual que Geroa Bai, el partido conservador navarro, y Compromís.
Victoria aplastante del PP. Estos resultados son históricos desde varias perspectivas. Para empezar, es el mejor registro del PP, muy por encima de la mayoría absoluta de 2000 y sus 183 diputados, y eso que el crecimiento en votos desde 2008 ha sido exiguo. Pero incluso la supremacía actual puede saber a poco cuando se manejaban encuestas que iban por encima de los 190 o 200 diputados. Aun así, lo primero que hizo Mariano Rajoy fue tender la mano a cualquiera que se pueda sentir abrumado por la nueva mayoría absoluta del PP: "Estos dispuesto a gobernar por el bien de todos e intentando que nadie se sienta excluido de la tarea política. Nadie debe sentir inquietud. No habrá para mi más enemigos que el paro, la crisis o la excesiva deuda", tranquilizó en su discurso de la victoria, pasadas las diez y media de la noche.
Las elecciones generales de 2011 también son históricas para el PSOE, pero en el sentido más negativo posible. Las cifras cosechadas no solo son peores que las conseguidas por Joaquín Almunia en 2000, sino que aniquilan a la baja cualquier registro del Partido Socialista en su existencia.
Hundimiento del PSOE. Los socialistas pierden casi 60 escaños con respecto a 2008, después de que los grandes feudos de Cataluña y Andalucía les hayan dado la espalda. Son más de cuatro millones de votos menos. En un movimiento muy parecido al de 2000, el mapa de España se ha vuelto azul: el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba no gana en ninguna comunidad. Lo máximo que saca es un empate en Asturias y de eso tiene que darle las gracias a Cascos. Por provincias, el PSOE solo gana en Barcelona y Sevilla.
A las 22.20 horas, Rubalcaba lo reconocía: "Hemos perdido claramente las elecciones". Pero alababa el apoyo que le han seguido dando siete millones de ciudadanos "durante la mayor crisis económica de España". "Lo agradezco de corazón", aseguró. Ahora toca pasar a la oposición. ¿El primer cometido?: "Defender que la lucha contra la crisis no suponga la pérdida de los derechos conquistados".
¿Fin del bipartidismo? Pero los titulares para la historia no se quedan ahí. Por mucho que el PP haya logrado una mayoría aplastante, el bipartidismo ha caído en picado, como avanzaban las encuestas. Los dos grandes partidos sumaron en 2008 casi el 84% de los votos. Ahora llegan por poco al 73%. Y los votos que ellos han perdido se reparten entre el resto de los candidatos en liza. Con eso se consigue que tres nuevos partidos entre en el Congreso, donde se estrenarán Amaiur, el partido de Francisco Álvarez Cascos y Compromís. En total, habrá trece partidos en el hemiciclo, frente a los diez de 2008. Y varios de ellos con mucha más fuerza que entonces. Eso sí, enfrente tendrán una mayoría absoluta de 186 diputados.