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Tribuna
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Seis ejes para el nuevo Gobierno

El próximo Gobierno surgido de la cita electoral del 20-N debe adelgazar el gasto consolidado para cumplir con los objetivos de déficit del 4,4% del PIB en el 2012 y, en consecuencia, rebajar la deuda pública y su coste en intereses. Para la economía productiva que defendemos los empresistas, esta reducción drástica del gasto se debe compaginar con medidas que creen expectativas de crecimiento. Hay seis ejes que deberían impulsar la acción del nuevo Gobierno de España.

El primer eje de actuación del nuevo Ejecutivo debería pasar por una reestructuración de la organización general del Estado, con una notable rebaja del tamaño de las Administraciones central, autonómicas y locales, en base al principio de eficiencia. Aunque sin duda las medidas que proponemos pueden resultar polémicas, habría que replantearse la supresión de las diputaciones y la concentración de los 8.000 ayuntamientos existentes. Igualmente, urge revisar la política de subvenciones públicas exigiendo siempre criterios de eficiencia y eficacia, así como de responsabilidad y de transparencia.

El segundo eje es laboral. El nuevo Gobierno debería primar los convenios de empresa y vincular los aumentos salariales con los resultados empresariales. También resulta imprescindible reducir la temporalidad de los contratos, así como las indemnizaciones por despido y, por último, disminuir las cuotas soportadas por las empresas a la Seguridad Social en tres o cuatro puntos para mejorar la competitividad y fomentar el empleo.

El tercer gran eje consistiría en revisar a fondo el inadecuado sistema tributario para simplificarlo y acentuar su neutralidad fiscal. Para las empresas, se debería rebajar el impuesto sobre sociedades. España ocupa el tercer lugar europeo entre los países que más gravan a las pequeñas y medianas empresas. Las pymes, mayoritarias en nuestro país, deberían pasar de tributar al actual 25% sobre sus beneficios a un 20% y, por su parte, las grandes empresas del 30% actual a un 25%. Por otra parte, la nueva Administración debería limitar los incentivos fiscales manteniendo y aumentando solo aquellos vinculados a la reinversión de beneficios extraordinarios, a la exportación y a la I+D+i. Además, el impuesto sobre la renta debe simplificarse para aligerar la tributación de los rendimientos del trabajo. A su vez, es muy necesario reducir las actividades acogidas a módulos, así como homogeneizar a la baja las diferencias existentes en el IRPF por las comunidades autónomas. Además, los empresistas estimamos esencial combatir, con decisión y medios, el fraude fiscal existente y, por último, reducir las cargas indirectas de las obligaciones formales de las empresas. Como la cuadratura del círculo fiscal es imposible, proponemos que la disminución de las cotizaciones de la Seguridad Social y del impuesto de sociedades e IRPF se compensase con un aumento de los impuestos especiales y de un incremento del 2% del tipo general en el IVA.

El cuarto eje de actuación debe pasar necesariamente por aumentar de forma clara la seguridad jurídica en la aplicación de las normas y simplificar el marco normativo a efectos de desarrollo de los nuevos inversores y emprendedores. Actualmente, en España estamos inmersos en un auténtico caos de inseguridades jurídicas.

El quinto eje de deberes consistiría en medidas de gestión práctica. Entre otros aspectos, hay que activar una ventanilla electrónica única, así como aplicar de forma efectiva la ley de morosidad. Además, se debe impulsar la posibilidad de generar liquidez crediticia para pymes a través de que el IVA se ingrese solo cuando las empresas hayan cobrado sus deudas; de esta forma se daría oxígeno al tejido empresarial. Además, hay que eliminar el impuesto sobre el patrimonio, pero se debe promover un nuevo impuesto sobre grandes fortunas.

El sexto y último eje de actuación pasaría por la realización de una profunda reforma educativa que aproxime los diferentes niveles de formación a las necesidades de competitividad del mercado.

Conocedores de las necesidades más acuciantes de las empresas españolas, los titulados mercantiles y empresariales estimamos indispensable la adopción de un plan que contemple los seis ejes de medidas enumeradas. Este conjunto de acciones debería adoptarse de forma inmediata por parte del nuevo Gobierno ya que son la base para que nuestro país recupere la senda de la confianza, el crecimiento, la ocupación y el bienestar colectivo.

Eduard Soler. Decano del Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Barcelona. ESSEC Business School

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