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El diferencial sube a 432 puntos ante los desafíos para Monti y Papademos

El riesgo de España marca máximos pese al cambio político en Italia

La certeza de que los Parlamentos italiano y griego no darán un cheque en blanco a los Gobiernos de Monti y Papademos, sumada a la subasta de deuda italiana más cara desde que hay euro, disparó ayer las primas de riesgo. La española marcó su máximo, 432 puntos, ante la pasividad del BCE.

Las expectativas despertadas por los nuevos Gobiernos tecnócratas que se han impuesto en Italia y Grecia se desinflaron ayer, cuando estos toparon con la realidad de sus respectivos países. La euforia que se vivió en las calles italianas el sábado, con la dimisión del primer ministro Silvio Berlusconi -que aun así amenaza con seguir en política- apenas duró unas horas ayer en los parqués, empañada por una mala subasta de deuda. En Atenas, el rechazo de la oposición a nuevos recortes dejó claro que el nuevo presidente, Lucas Papademos, no tendrá un cheque en blanco para imponer su criterio.

"A nivel político se esperaba más que fueran gobiernos de unidad, estuvieran o no liderados por tecnócratas, y, sobre todo, que no fueran tan temporales", expone José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, que sostiene que en el caso de Italia, el mandato de Mario Monti se contempla como provisional hasta unas elecciones, lo que le resta fuerza reformadora ante los mercados. No hay que olvidar, además, que para estos , la crisis soberana es un negocio. "Los Tesoros tienen que emitir mucho papel esta semana y los mercados buscan marcarles los precios fijando referencias muy altas", detalla Javier Ferrer, especialista en deuda pública de Ahorro Corporación.

El ejemplo quedó claro ayer en Italia, donde el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a cinco años a un interés del 6,29%, el más caro de la etapa euro. El camino de pólvora llevó la prima de riesgo del país a 492 puntos básicos -83 puntos por debajo de su récord, el miércoles- y la española, al rebufo, coronó los 432 puntos, el máximo alcanzado. El interés que se paga por el bono a 10 años en el mercado secundario pasó al 6,1%. "El mercado está imponiendo una rentabilidad de entre el 4,5% al 5% para los títulos a 12 y 18 meses, y del entorno del 6% para las emisiones a cinco y 10 años", ilustra Ferrer. Cifras altas para caldear la subasta de deuda de hoy, en la que España espera lograr entre 2.500 y 3.500 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, y para la del jueves, en la que subastará bonos a 10 años. La fiebre soberana también subió para Francia (a 164 puntos básicos), que busca obtener esta semana 8.000 millones de financiación.

En resumen, mucho incendio para un solo bombero, que además trabaja solo a tiempo parcial. El Banco Central Europeo, en el que Mario Draghi se estrenó hace dos semanas adquiriendo 9.520 millones de euros en deuda soberana -italiana y española, en especial-, redujo sus compras la pasada semana a 4.478 millones. Es decir, rebajó la presión del agua a la mitad, coincidiendo con la tensiones ejercidas para Alemania para que la institución deje de apoyar a los países en apuros. Ayer no parecía habérselo pensado mejor. "No hemos detectado apoyo del BCE en la compra de bonos periféricos", destacaba Ferrer, quien considera clave dar credenciales oficiales de bombero a Draghi para poner fin a la crisis soberana.

Las Bolsas, que comenzaron la sesión animadas, terminaron rindiéndose al pesimismo soberano. De entre los grandes índices europeos, el Ibex fue el peor parado, con todo el panel en negativo y una caída del 2,15% hasta los 8.372,20 puntos. Milán se dejó un 1,99%, París un 1,28% y Londres un 0,47%. Al otro lado del Atlántico, el Standard & Poor's cedió un 0,95%, el Dow Jones, un 0,62% y el Nasdaq, un 0,80%.

¿Cuánto tiempo puede aguantar Roma la presión?

"Las tensiones han embestido a Italia, provocando un significativo aumento de la prima sobre los títulos soberanos. En el juicio de los inversores, nuestra economía se resiente de la alta deuda pública y el bajo crecimiento. Pero tenemos elementos de fuerza", asegura Ignazio Visco, nuevo gobernador del Banco Central Italiano, en el último informe de este organismo. El sustituto de Mario Draghi, ahora al frente del BCE, asegura en dicho documento que aunque el interés que paga el Estado por emitir bonos ascienda al 8% (ayer se situaba en el 6,7%) el país podría absorber el impacto, sin elevar su endeudamiento, hoy en el 120% de su PIB. Si se situara en el 7%, podrían incluso reducirlo al 115,5% para 2014, frente al 112,6% que figura en la previsión oficial para esa fecha.Los analistas de UBS calculan que el país cuenta con un colchón de unos 35.000 millones de euros, algo de oxígeno, pero solo un poco, para un país que afronta vencimientos de deuda por 300.000 millones el próximo año. El bache más destacable llegará en febrero, cuando vencen unos 26.000 millones."La situación no es dramática a corto plazo", expone José Luis Martínez, analista de Citi. "El punto límite no lo va a marcar el nivel de los tipos de interés en el mercado secundario, sino el apetito que se muestre en las subastas del Tesoro", agrega. Un termómetro, no obstante, que tampoco es tranquilizador. La subasta de deuda de ayer, en la que el montante a colocar no era excesivamente alto, de 3.000 millones, tan solo contó con una demanda 1,4 veces superior.

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