El PSOE cree en la remontada y asegura que está a 8,9 puntos del PP
Rajoy pide un apoyo amplio para dar a la UE un mensaje de confianza
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, aseguró ayer que sus encuestas internas sitúan a su partido a 8,9 puntos de distancia del PP, una diferencia muy similar a la que los sondeos daban en 1996, cuando los socialistas perdieron por poco más de un punto. Diversas encientas publicadas ayer por varios medios de comunicación dan al PP una victoria aplastante a una semana de las elecciones con una ventaja de entre 12 y 18 puntos.
En una conversación informal con periodistas, después de participar en un mitin en Zaragoza junto al candidato del PSOE para las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ex presidente Felipe González, Iglesias sostuvo que sus encuestas le dan una distancia mucho más corta que la que publicaban ayer distintos medios de comunicación.
Momentos antes del acto electoral, González les dijo a Rubalcaba y a Iglesias que 8,9 puntos son similares a la distancia que los sondeos le vaticinaban a él en 1996 una semana antes de las elecciones y, al final, se quedó a poco más de un punto de José María Aznar. Desde entonces, González siempre ha sostenido que le faltó "un telediario" para dar la vuelta por completo a las encuestas y acabar ganando.
Con esa premisa, Iglesias aseguró que "hay partido" y garantizó que el PSOE lo va a pelear hasta el final. Además, sus encuestas están más actualizadas que las que publican los medios de comunicación.
Mantenerse en el euro
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró en Valencia que "lo que está en juego" dentro de una semana "es algo tan claro" como decidir entre "caer definitivamente" y el cambio político. Rajoy recalcó la necesidad de dar a la UE "un mensaje positivo de confianza" y la apuesta por permanecer "en la primera división" del euro, pues "lo peor que le puede ocurrir a España" resultaría lanzar al exterior que el Gobierno que salga de las urnas dispone de una mayoría exigua para acometer las muchas reformas pendientes. En este "objetivo nacional" no puede haber divisiones.
Una propuesta efectiva contra el fraude fiscal
La asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha ha calculado que prohibir el pago en efectivo de facturas con un importe superior a 3.000 euros reduciría el fraude fiscal en cinco puntos, hasta el 18% del PIB, y aumentaría la recaudación fiscal en 19.660 millones. Esta propuesta fue lanzada por el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, la semana pasada.Los técnicos de Hacienda creen que "es, sin duda, una medida disuasoria frente al fraude fiscal porque las empresas no podrán deducir el IVA ni el gasto en el Impuesto de Sociedades por la parte pagada en metálico que exceda del límite máximo permitido en cada factura". Gestha añade que recientemente los Gobiernos de Grecia, Italia y Francia han aprobado medidas semejantes para reducir la elevada economía sumergida.