La disciplina impuesta por Berlín amenaza con escindir el euro
Alemania mantuvo ayer la presión sobre Italia y anunció su intención de convertir en ley la disciplina fiscal que ha impuesto en los últimos meses. La ofensiva de Berlín amenaza con escindir la zona euro y crear una Europa de tres velocidades. Bruselas advirtió ayer que "una Europa dividida no funcionará".
Alemania mantuvo ayer su inclemente presión sobre los socios meridionales del euro, y en particular sobre Italia, a pesar de las turbulencias en los mercados financieros y el imparable contagio en las primas de riesgo de la deuda soberana. Italia vio dispararse su coste de financiación hasta cifras récord desde el comienzo de la Unión Monetaria Europea en 1999, pero Berlín reaccionó con total indiferencia hacia esa dificultad y recordó que Roma soportaba primas de riesgo más altas antes del euro.
Las autoridades alemanas incluso alentaron las dudas sobre Italia, con el mismo tipo de declaraciones que en el pasado utilizaron para disciplinar a Irlanda, Portugal o España.
Al parecer, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, incluso evocó ayer la posibilidad de que Italia pida ayuda al fondo de rescate de la zona euro durante un encuentro con parlamentarios alemanes, según el relato de esa conversación recogido por la agencia Bloomberg. Schäuble habría atribuido además el repunte de las primas de riesgo del bono italiano a la inestabilidad política de ese país, sin nada que ver con una crisis generalizada de la zona euro.
Berlín repite así la estrategia seguida desde el comienzo de la crisis de la deuda soberana para imponer sus planes de austeridad fiscal, estrategia que pasa invariablemente por el castigo al bono en los mercados y la intervención minimalista del Banco Central Europeo una vez que se han acatado las órdenes.
La canciller alemana, Angela Merkel, indicó ayer su voluntad de ir aún más lejos y convertir en ley su particular disciplina. "Las promesas están muy bien", señaló la canciller en Berlín, "pero en democracia se necesita la seguridad que da una estructura establecida y la aplicación de normas verificables y cuyo incumplimiento acarrea consecuencias".
Merkel señaló su deseo de plasmar esas normas en un nuevo Tratado de la UE que se aplicaría, como mínimo, en los 17 países de la zona euro. "Ha llegado el momento de dar un paso adelante hacia una nueva Europa", señaló la canciller.
Su ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, fue un poco más lejos y abogó por "una cooperación diferenciada (....) en la que todos los países estarán invitados a participar pero habría posibilidad de diferenciar".
La nueva Europa alemana disparó ayer las alarmas en Bruselas, donde se teme que el proyecto desemboque en un nuevo club restringido y al margen de las instituciones comunitarias (Comisión y Parlamento). De llevarse el plan hasta sus últimos extremos, la zona euro podría quedar dividida en dos (entre países solventes e insolventes) y en una tercera esfera el resto de socios de la UE.
"Seamos claros, una Unión escindida no funcionará", señaló el presidente de la CE, José Manuel Barroso, en un discurso pronunciado ayer en Berlín. Y el portugués insistió en que "las instituciones supranacionales son las que mejor garantizan el respeto a los principios y las normas de la Unión".
Pero la resistencia de Barroso parece llegar demasiado tarde, sobre todo porque Berlín ya cuenta con el apoyo de París, al menos para desligar la zona euro del resto de la UE. Y porque tras la amenaza de expulsar a Grecia del euro cursada la pasada semana por Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre la que Bruselas guardó silencio, se ha establecido un claro precedente también para la posible partición de la Unión Monetaria.
Sarkozy afirmó la noche del martes, durante un encuentro en Estrasburgo con estudiantes, que "habrá, claramente, dos velocidades europeas, una de mayor integración en la zona euro y otra más confederal a nivel de la UE". El presidente francés no ocultó su intención de mantener a la vanguardia de ese proyecto pase lo que pase "porque es verdad que quiero que Francia se aproxime a Alemania y no se conforme con liderar simplemente a los países del Sur".
España también debería despegarse del grupo de países en peligro, según el eurodiputado español del Partido Popular Europeo y vicepresidente de la Comisión de Economía del Parlamento Europeo José Manuel García Margallo. "Para nosotros sería mortal quedarnos fuera del grupo de cabeza", advierte el eurodiputado conservador. Y apunta a la reciente valoración de la deuda soberana a precio de mercado (en el marco de las pruebas de resistencia bancaria) como la primera prueba para la futura trilla.
Los socios que puedan superar las nuevas pruebas de disciplina y convergencia podrían dotarse de instrumentos como un Tesoro europeo o la emisión conjunta de deuda pública, para aumentar la liquidez de sus títulos y abaratar sus costes de colocación.
Grecia prevé anunciar hoy el nuevo Gobierno
Los líderes políticos griegos han dejado para hoy la elección del candidato de consenso para sustituir a Yorgos Papandreu, que ayer presentó oficialmente su dimisión como primer ministro. En la lista de candidatos, según la agencia Reuters, que cita a fuentes cercanas a los dos partidos, figura como uno de los favoritos el socialista Filippos Pechalnikos, actual presidente del Parlamento.Hasta hace unas horas todo parecía apuntar a que el sucesor de Papandreu sería Lucas Papademos, exvicepresidente del BCE, pero al parecer al final no ha habido acuerdo entre las partes. Los medios de comunicación griegos señalaban ayer que estos "problemas" se deben a que Papademos habría impuesto condiciones "inaceptables" para su nombramiento.Además de Pechalnikos han saltado otros nombres como Vasilis Skouris, presidente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, o Ioannis Koukiadis, presidente del Fondo de Desarrollo y Activos de la República Helénica.En una intervención en televisión, el primer ministro en funciones se despidió diciendo que "estamos intentando inaugurar una nueva fase en nuestro país" y añadió que "uniremos nuestras fuerzas para seguir en el euro".
Eurobonos alemanes
El grupo de cinco sabios que asesora a Angela Merkel en materia económica recomendó ayer a la canciller alemana la "mutualización" de parte de la deuda pública de la zona euro, pero solo de aquellos países que acepten cumplir ciertas normas de disciplina fiscal como la regla de oro para frenar el déficit que España incorporó en septiembre a la Constitución. Los eurobonos a la alemana, según los sabios, podrían recaudar hasta 2,3 billones de euros para esos socios.