Rubalcaba abre el congreso federal del PSOE
El cara a cara entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy ha puesto en marcha el Congreso Federal del PSOE. Por dos cosas: porque no parece que el candidato socialista haya modificado el sentimiento electoral de la gente como para pensar en otra cosa que en la mayoría absoluta del Partido Popular, y porque el debate fue un ensayo de un Rubalcaba en la oposición. Pero ¿quién será realmente el nuevo secretario general del Partido Socialista: Rubalcaba con 115 escaños; Carme Chacón; Fernández Vara; Patxi López-Eduardo Madina o un tal José Bono?
El umbral mínimo para que Rubalcaba pueda pelear la secretaría general del Partido Socialista debería ser aquél que impida la mayoría absoluta de Rajoy, lo que supone casi 150 escaños. Como tal cosa no parece muy probable a ajuzgar por el marchamo que marcan las encuestas, lo lógico sería que Pérez Rubalcaba, que ha salido bastante tocado de un debate en el que los socialistas esperaban más, mucho más de él, abandonase toda carrera dentro del partido en el que, por cierto no tiene cargo alguno, salvo el de candidato santificado por un Comité Federal.
Pero parece que Rubalcaba, aún en el caso de obtener una bancada de 115 diputados (hay que recordar que hay una demoledora encuesta en Ferraz que sitúa al PSOE en el en torno de los cien escaños), quiere manejar el proceso para elegir nuevo secretario general si el señor Zapatero decide no presentarse a la reelección (hasta ahora sólo ha renunciado a ser candidato a la presidencia del Gobierno). Y parece que lo haría impulsando como candidato a Patxi López, que fue quien lideró al grupo de barones que internamente demolió, junto con Pepe Blanco, la obligación estatutaria de nombrar candidato a través de unas elecciones primarias. También se baraja la posibilidad de que entre ambos sumen respaldos para dejar el liderazgo del partido en manos de un hombre con buena marca como Eduardo Madina, del partido socialista de Euskadi. No olvidemos que lo lógico es que quien tenga que ejercer la labor de oposición debe estar en el Congreso de los Diputados.
Pero la lucha será dura, porque hay varias alternativas para ese congreso que podría ser antes de que llegue la primavera, pues la guerra se desatará de inmediato si el batacazo electoral es notable. Fernández Vara maneja la posibilidad de presentarse para la secretaría general, encabezando, por decirlo de forma gráfica, la derecha del PSOE, aunque ahí tendrá la competencia, sino la alianza, de José Bono, que sigue con el gusanillo metido en el cuerpo desde que perdió el Congreso del año 2000, y sólo precisa que alguien lo agite, (cosa que ya ocurre desde fuera del partido).
Pero quien desde luego jugará su baza, desde el PSOE o desde el Partido Socialista de Cataluña, socialista y nacionalista a la vez, será Carme Chacón, ministra de Defensa y sucesora in pectore de Zapatero hasta que el partido dinamitó el proceso de primarias, allá por junio tras el repaso electoral en las municipales.
Por tanto, el cara a cara ha abierto el congreso del PSOE, algo que irremediablemente tendría que ocurrir tras las elecciones, y lo hace con gran batería de opciones. Pero hay formas y formas de hacerlo, y ello dependerá de los resultados: cien escaños, 115 o 140.