La banca gala concentra el 35% del riesgo transalpino
Las entidades francesas, alemanas y estadounidenses suman juntas 750.000 millones en deuda soberana italiana, el 70% del total en manos de la banca mundial. El conjunto de la deuda transalpina que posee la banca, y que se concentra sobre todo en Francia, multiplica por 10 a la griega y dobla la irlandesa.
No cesa la presión sobre Italia. El riesgo país transalpino batió ayer el enésimo récord al rozar los 500 puntos básicos. Una cota estratosférica, cada vez más en el límite que desencadenó los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal. Pero este último foco del incendio europeo no es comparable con ninguno de los anteriores. Italia es un coloso en llamas con un billón de euros en papel soberano en manos de las entidades financieras mundiales, según los datos del Banco de Pagos Internacionales de Basilea (BIS) al cierre de junio de 2011. Para calibrar la dimensión de una hipotética quiebra de Italia, basta comparar su pantagruélico volumen de deuda en manos de los bancos con los 141.000 de Grecia o los 490.000 de Irlanda.
La cumbre G-20 de la pasada semana se saldó con una explícita reprimenda al Gobierno de Silvio Berlusconi, tan arrinconado por los mercados como por los propios miembros de la coalición de gobierno. El cerco se estrecha cada vez más. Los inversores se muestran suspicaces con la abultada deuda pública del país (120% sobre el PIB) y la curva de rendimientos de los bonos italianos ya se ha invertido. La desconfianza es extrema ante las finanzas de la tercera potencia económica de la zona euro.
Los bancos franceses, alemanes y americanos son los más afectados. Las entidades de los tres países suman más del 70% de la exposición global al papel soberano italiano. Siguiendo con la analogía griega, los 46.000 millones de euros que acumulan los bancos franceses en deuda helena parecen migajas ante los 370.000 que se juegan con Italia.
La banca mundial posee bonos de Roma por más de un billón de euros, según datos del BIS
Las cifras son apabullantes aunque la distribución del riesgo país varía considerablemente entre los tres acreedores principales. Mientras los balances de los bancos franceses y alemanes sufren por su exposición directa (deuda pública y de los bancos), el problema de EE UU aparece de forma indirecta (derivados, CDS y garantías).
El 80% de los 370.00 millones de euros de deuda en posesión de las entidades francesas es computable como riesgo directo (300.000 millones), los cuales apenas corresponden a deuda pública o de los bancos. Más del 50% se concentran en un epígrafe llamado otras deudas. Alemania cuenta con 162.000 millones de euros en papel italiano, distribuidos de manera similar a la de los bancos franceses.
EE UU, a través de CDS
El sector financiero europeo soporta el 74% de la deuda transalpina. El resto lo acapara EE UU en su práctica totalidad, aunque de manera diferente. Más del 80% de los 225.000 millones se computan como exposición indirecta. Los bancos de inversión norteamericanos centran su exposición a la deuda italiana en el mercado de derivados, en especial en el de los CDS o credit default swaps, seguros de crédito frente a impagos, con lo que su posición tiene un componente más especulativo.
Nuevo desajuste para valorar las carteras
Del mismo modo que el derrumbe de la deuda griega ya ha dejado corta la quita del 50% que se pactó en Bruselas el pasado 26 de octubre, y que aún debe recibir un costoso visto bueno por parte de los bancos privados, el creciente deterioro de la deuda italiana también promete dejar obsoletos los recientes cálculos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) sobre el impacto de los mercados en la valoración de la cartera de deuda soberana de los bancos. En especial de las entidades francesas que, si bien se están apresurando a deshacerse de títulos de la periferia europea, acusan una fuerte exposición a los dos grandes focos del actual incendio, de 46.000 millones a la deuda griega y de 370.000 millones a la deuda italiana, la mayor concentración en un solo país, según datos del BIS del cierre del mes de junio.Los cálculos de la EBA, también a cierre de junio, hablan de un impacto en la banca francesa por la valoración a precio de mercado de su cartera de deuda soberana de 3.550 millones de euros, con una necesidad total de capital de 8.844 millones. Para los bancos alemanes, con riesgos en Italia por 162.000 millones, el impacto en la cartera de deuda es de casi 7.700 millones de euros, según EBA.