El buen sabor que deja el trabajo bien hecho
Pastelerías Mallorca mantiene su apuesta por la innovación en su 80º aniversario y lanza una línea más cosmopolita.
Pastelerías Mallorca es ya un símbolo del buen gusto en Madrid. Ayer se cumplieron 80 años desde la apertura de la primera tienda de la firma en la bulliciosa calle de Bravo Murillo. En su larga trayectoria, Mallorca ha sabido adaptarse a los tiempos, a los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas tendencias de la sociedad, pero siempre con una máxima infranqueable: mantener un producto de calidad y recién hecho.
En la actualidad, Mallorca es una marca consolidada y un aval de confianza para el cliente. Fruto del aprendizaje de la empresa y para conmemorar su 80o aniversario, la firma apostó por un concepto diferente de establecimiento, con un espíritu cosmopolita, adaptado a los nuevos tiempos. Bautizada como Mallorca Market, supone "un paso hacia delante con una mirada hacia atrás", explica María del Carmen Moreno, consejera delegada y directora de marketing de la compañía. Esta propuesta "aúna lo mejor del pasado, que es nuestro producto, con lo mejor del presente, que es un espacio moderno, amplio y confortable".
Con un espacioso local de dos plantas situado en la calle madrileña de Génova, Mallorca Market ha tenido una gran acogida entre el público en sus primeros seis meses de andadura. "El local llama la atención porque es un concepto diferente; en Madrid no hay nada similar", asegura Moreno, ya que se permite al usuario disfrutar de la amplia carta de la tienda en cualquier momento del día. "Buscamos que el consumidor tenga la libertad absoluta de tomar lo que le apetezca cuando quiera, sin estar sujeto a horarios".
La compañía basa su éxito en la gran variedad de productos que ofrece, siempre frescos
El cliente tiene a su disposición durante todo el día una gran carta de productos recién preparados, que van desde pastelería y repostería hasta quesos, embutidos, pan, sándwiches, ensaladas o platos de carta. "La dificultad del concepto Mallorca reside en la gran gama de productos que ofrecemos siempre frescos", asegura Moreno.
La empresa cuenta además con 10 establecimientos de sus tiendas tradicionales repartidos por Madrid, cuatro cafeterías Mallorca Café y cinco locales de la línea Sándwich Club Café, donde se permite al cliente comer en un corto espacio de tiempo, pero con alimentos ricos y saludables.
A finales de la década de los ochenta, la pastelería fue pionera en abrir una línea de catering, que se ha renovado este año con unas nuevas instalaciones que cuentan con cocinas más amplias y modernas. Dedicada a organizar eventos familiares y empresariales, la firma posee una gran experiencia en el sector y es garantía de calidad para el consumidor.
Un mercado importante para Mallorca es el servicio a través de internet, que está en pleno proceso de expansión. "Al principio comenzamos con una serie de productos muy limitados y cada día aumentamos la oferta, siempre con la certeza de que podemos cubrir toda la demanda", subraya la consejera. Mallorca acostumbra a medir los riesgos de forma metódica y cautelosa. Su buena gestión y su continua innovación fue suficiente para conseguir el sello de calidad de la marca Madrid Excelente.
Para ofrecer siempre el mejor servicio, Mallorca apuesta por la formación continua de sus empleados, a través de cursos que organiza la propia empresa, dedicados a mejorar la atención al cliente y a aumentar el conocimiento del producto. De esta forma se consigue una plantilla muy especializada, que ofrece una atención personalizada.
Después de 80 años de vida y de situarse como una compañía de referencia en el sector, Mallorca conserva el espíritu de su nacimiento, el de mantener un aprendizaje continuo. Desde la empresa valoran la importancia de escuchar al cliente, "porque es quien marca las pautas para avanzar. Cumplimos nuestro 80o aniversario aprendiendo a gustarle".
Sumar inversión como alternativa al despido
La crisis provocó una caída en los ingresos de la empresa Mallorca, que proceden no de la pérdida de clientes, sino del menor consumo medio que estos realizan. Para superar esta situación, la firma optó por realizar una importante inversión y abrir la primera tienda de la línea Mallorca Market. "La estrategia de la pastelería ha sido abrir nuevos locales para no tener que reducir la plantilla y acometer despidos", explica María del Carmen Moreno.Además, la empresa ha realizado un esfuerzo importante para ajustar costes superfluos, pero siempre manteniendo la calidad del producto. "En ningún momento nos hemos planteado recortar en materias primas ni en la calidad de nuestro servicio", subraya Moreno. Esta estrategia ha permitido a Mallorca mantener sus 1.000 puestos de trabajo y encarar el futuro en una buena posición. Además, su variada oferta permite equilibrar los resultados, compensando las bajadas en unos apartados con las subidas en otros.