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Jacoby asegura que la marca mantendrá la identidad escandinava

La construcción de dos plantas en China aportará flexibilidad a Volvo

Volvo está construyendo una planta en China e iniciará pronto una segunda. La capacidad productiva en este país permitirá a la automovilística sueca flexibilidad para cubrir los vaivenes del mercado. No obstante, el presidente mundial de Volvo Car, Stephan Jacoby, no desveló si exportarán coches de las plantas chinas a Europa o EE UU, aunque dejó la puerta abierta.

La construcción de dos plantas en China aportará flexibilidad a Volvo
La construcción de dos plantas en China aportará flexibilidad a VolvoBLOOMBERG

El presidente mundial de Volvo Car, Stephan Jacoby, está estos días en España con motivo de la salida de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo de vela que patrocinan conjuntamente con Volvo Group. En un encuentro con periodistas españoles, Jacoby no desveló si a medio plazo exportarán desde China coches a otros mercados: "Todavía es pronto y no nos lo hemos planteado", aunque tampoco lo rechaza. "Primero consolidaremos China; después veremos como evoluciona la demanda mundial y luego veremos". Recordó, no obstante, que cada vez hay una aceptación mayor de los productos fabricados en China,

Jacoby vaticinó que los mercados serán mucho más volátiles en el futuro debido a la interconexión económica mundial. "Vemos que la deuda de Grecia afecta a todo el mundo, lo que implica que cualquier alteración en una economía nacional afectará las ventas mundiales de coches". Lo que exigirá una producción mucho más flexible con medidas que no signifiquen necesariamente despidos, pues se limita la capacidad ante una recuperación rápida de las ventas. Con este fin, el ejecutivo reconoció que las plantas productivas en China contribuirán a generan una mayor flexibilidad a la producción futura de Volvo.

El máximo directivo explicó en Alicante que la planta que están finalizando en Chengdu (suroeste de China) entrará en funcionamiento en 2013. Y recordó que iniciarán la construcción de una segunda, en Daqing (noroeste del país) que estará disponible en 2015. La capacidad conjunta de ambas factorías será de unas 200.000 unidades al año, cifra similar a las expectativas de ventas en ese país para 2015.

La disponibilidad de estas dos factorías, junto con otra posible en EE UU, es parte del plan estratégico para doblar su producción y ventas desde las 400.000 unidades actuales a 800.000. China juega un papel determinante, pues si el pasado año acaparó 32.000 coches de la marca, en el presente alcanzarán los 50.000 y para 2015 confían en que el país acapare una de cada cuatro unidades de Volvo.

La importancia del mercado del gigante asiático es la consecuencia lógica de la compra de la sueca por parte del fabricante chino Geely. No obstante, Stephan Jacoby (que lleva año y medio como presidente de Volvo) remarcó que se mantendrá el carácter escandinavo y que en ningún caso se confundirá con los productos chinos de su propietario. "No importará donde fabriquemos el coche, pues todas nuestras plantas tendrán las mismas calidades, que se incrementarán en el futuro", insistió en referencia a la posibilidad de que en el futuro se vendan en otros mercados coches fabricados en China.

Concesionarios rentables en España

El presidente de Volvo Car, Stephan Jacoby, mostró su alegría porque la red de concesionarios española será rentable este año a pesar de la dura situación por la que está atravesando el sector en España. "Cuando se recupere el mercado, estaremos preparados", vaticinó. El directivo de Volvo calcula que el mercado anual de coches en España puede situarse en torno al millón de unidades.En este sentido, desde la marca sueca consideran que el resto de canales (flotas, renting o alquiler de coches) no debería suponer más del 10% de las ventas de Volvo, ya que podría poner en riesgo la imagen de marca. En este sentido, anteponen el canal comercial de los concesionarios para cuidar la calidad tanto de la venta como de la posventa.Una imagen que en España es muy superior a la de otros países, donde Volvo se considera una marca premium de rango inferior a sus competidores alemanes. "Queremos ver cómo extrapolar la imagen que se tiene de Volvo en España a otros mercados".

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