La CMT rebaja a la mitad el coste del servicio universal para Telefónica
Malas noticias para Telefónica. La CMT ha calculado el coste que supuso para Telefónica prestar el servicio universal en 2009 y es casi la mitad de lo que venía estimado en los años anteriores. Eso significa muchos menos ingresos para el exmonopolio por esta vía.
Llevar el teléfono fijo, las guías y las cabinas a toda España al margen de que sea rentable o no tiene un nombre: servicio universal, y también un coste para el operador encargado de hacerlo posible. Desde tiempos inmemoriales, es Telefónica la responsable y desde hace unos años es compensada por ello.
En 2007 y 2008, por ejemplo, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) cifró el sacrificio de Telefónica en más de 70 millones de euros. Una parte de esta cantidad se convirtió para ella en ingresos, puesto que el regulador obliga a Vodafone y a Orange a pagarle al exmonopolio parte de este coste en función de sus respectivas cuotas de mercado.
Pero el próximo ingreso por esta vía será muy inferior al acostumbrado. La CMT acaba de fijar su posición sobre el coste que supuso para Telefónica prestar el servicio universal en 2009 y lo ha cifrado en 37,9 millones de euros, que es justo la mitad de la cantidad que se decidió para 2008.
Esta cifra todavía no es definitiva. Es la que ha determinado el regulador en el informe de audiencia pública que acaba de publicar y que da a las operadoras implicadas 20 días para aportar sus argumentos en busca de cambios. Telefónica, por ejemplo, había calculado su coste del servicio universal de 2009 en 56,24 millones y esa cifra ya incluía una rebaja de nueve millones forzada por la CMT, así que no estará muy de acuerdo con la resolución del regulador.
Aportación de Vodafone y Orange
En general, Telefónica ha venido cobrando de sus rivales cerca de un tercio del coste del servicio universal. El reparto se fija en función de la cuota de mercado de cuatro operadoras, Telefónica, Movistar, Vodafone y Orange, así que lo relativo a las dos primeras queda en casa y no supone un ingreso adicional. Y, puesto que el peso de Telefónica en fijo y móvil en el mercado es muy elevado, siempre le corresponde a ella asumir la mayor proporción de coste, de ahí que los ingresos finales por los pagos de sus rivales supongan solo algo más del 30% del cálculo fijado por la CMT.
Eso fue lo que sucedió con el reparto del coste del servicio universal de 2008, que se decidió a finales del pasado mes de septiembre. El regulador hizo los cálculos, fijó en 74,85 millones de euros la cantidad adelantada por Telefónica y resolvió que Vodafone y Orange debían compensar al exmonopolio con 24 millones entre las dos. Estos ingresos llegarán a las arcas de la operadora en el cuarto trimestre.
Ahora, si la CMT decide mantener su criterio y no incluye a nuevas operadoras en el reparto o modifica las proporciones, Vodafone y Orange deberían pagar a Telefónica unos 12 millones en función del coste del servicio universal en 2009.
En todo caso, la decisión final se conocerá antes de que termine el año, cuando la CMT haya estudiado las alegaciones de las operadoras a su decisión preliminar, fije el coste definitivo para 2009 y establezca el reparto oficial.
La rebaja de los ingresos por este concepto para Telefónica no es una sorpresa absoluta. El gasto que asume esta compañía por llevar el teléfono fijo a toda España y por prestar el resto de las obligaciones que conlleva el servicio universal de telefonía lleva años bajando, desde cifras iniciales cercanas a los 200 millones a principios de siglo.
En los últimos ejercicios, sin embargo, la cantidad se había estabilizado e incluso subió en 2008 con respecto a 2007. Además, la merma de ingresos que conseguirá Telefónica por esta vía llega en un muy mal momento para la operadora, que tiene serios problemas en su negocio nacional y a la que le viene muy bien cualquier ayuda extraordinaria.
Un cambio radical con la banda ancha
El coste del servicio universal ha ido cayendo con los años conforme aumentaba la cobertura natural que dan las operadoras, lo que permite que mucha más gente pueda acceder a un teléfono sin tener que reclamar sus derechos por el servicio universal.Pero esta tendencia cambiará a partir del año que viene, cuando la banda ancha a un mega pase a formar parte de las obligaciones que tiene el prestador del servicio universal.Esta mejora ha sido una promesa recurrente del Gobierno del PSOE, que se ha ido retrasando, pero que ya está en marcha para que sea una realidad en 2012. Como viene siendo costumbre, Telefónica será la encargada de asumir esta obligación, ya que su propuesta ha sido la única que ha llegado al Ministerio de Industria en el concurso que se ha convocado para ello.Si no hay sorpresas, por tanto, será Telefónica quien lleve la banda ancha a un mega a todos los rincones de España, al margen de su rentabilidad. Y, aunque todavía no hay estimaciones del gasto que eso supondrá, todo apunta a que el coste del servicio universal subirá a partir de 2012. La cifra final dependerá mucho de cuál sea la tecnología utilizada para proveer este servicio y de la demanda que tenga.