Globalvía refuerza su capital en busca de concesiones por 2.000 millones
La concesionaria de infraestructuras Globalvía ha completado una operación redonda: fortalece sus recursos propios con 750 millones, que aportan los fondos de pensiones PGGM y OPTrust, y devolverá esa cantidad dentro de cinco años en acciones. Esta inyección da capacidad a la empresa para invertir 2.000 millones en dos o tres concesiones.
Juan Béjar y su equipo han culminado el gran proyecto anunciado por Globalvía en el mismo momento en que comenzó a rodar en 2007: la recapitalización de la compañía con la entrada de nuevos socios de perfil financiero. Ahora se trata de analizar concesiones en países de la OCDE e invertir en crecimiento.
La operadora de infraestructuras, participada por FCC y Bankia, anunció el viernes un acuerdo con dos fondos de pensiones, el holandés PGGM y el canadiense OPTrust, para que aporten hasta 750 millones de euros. Las actuales circunstancias del mercado han obligado a la empresa española a diseñar una compleja operación de ampliación de capital, a través de un instrumento convertible en acciones.
Los 750 millones citados pasarán a engrosar los recursos propios de una filial creada por Globalvía con sus 18 mejores activos, Globalvía Inversiones, y los dos inversores extranjeros entrarán en el capital a la vuelta de cinco años.
Los fondos de pensiones convertirán su aportación en acciones a la vuelta de cinco años
La futura posición en el accionariado de los socios financieros dependerá de una auditoría y valoración que se realice cuando vaya a ejecutarse la obligada conversión.
Inyección en distintas fases
El ritmo de aportación de capital por parte de los fondos se adaptará a las necesidades de Globalvía, inmersa en distintos concursos de infraestructuras. El pacto implica una primera aportación de 250 millones en cuanto el acuerdo tenga el visto bueno de las autoridades de competencia, lo que se prevé en las próximas semanas. De forma simultánea, o en cuanto lo solicite la empresa, PGGM y OPTrust desembolsarán otros 150 millones, cerrándose el compromiso mínimo de 400 millones.
La propia Globalvía comunicó que la operación es ampliable hasta los citados 750 millones y es más que probable que la vía de financiación recién acordada se agote por completo. La cantidad recibida contabilizará como deuda de Globalvía hasta que esta sea convertida en capital.
"Hemos atraído dos socios con visión a largo plazo y que, por lo tanto, tendrá permanencia y estabilidad en el capital. Su aportación será clave para acometer dos o tres inversiones de calado", comenta el presidente de Globalvía, Juan Béjar. La intención es no concentrar toda la capacidad de inversión en una única gran concesión con el fin de diversificar.
Las necesidades de tesorería de la empresa alcanzan los 130 millones para rematar distintos proyectos en fase de construcción. Los 620 millones restantes, de los 750 millones que han puesto los fondos de pensiones, pueden hacer que Globalvía levante hasta 1.400 millones en financiación externa para pujar por concesiones maduras (brownfield, en el argot del sector). De forma más puntual, y en compañía de su accionista FCC, la empresa que preside Béjar no descarta participar en proyectos que comporten construcción (greenfield).
Esa disponibilidad de fondos propios (620 millones) y la intención de captar unos 1.400 millones en deuda, respondería a la relación 30%-70% que suele ser habitual en los tiempo que corren en la financiación de infraestructuras en concesión.
Constituida en 2007, Globalvía ha ido creciendo por la aportación de activos de FCC y Bankia. La ampliación de capital, dando entrada a socios financieros, era una prioridad marcada desde sus primeros momentos de vida. La presente operación, con cinco años por delante hasta dar entrada a los nuevos socios, aborta cualquier intención de salida a bolsa.
Globalvía llevaba un año negociando fondos soberanos y de pensiones. La crisis económica ha ido sembrando de dificultades a una operación que estuvo a punto de rematarse en distintas ocasiones en los últimos meses.
Los fondos eligen lo mejor de la cesta de activos
Globalvía ha creado una filial a la que ha transmitido 18 concesiones de carreteras y ferrocarriles, de un total de 38. En esa empresa entrarán a la vuelta de cinco años los dos fondos de pensiones captados: PGGM y OPTrust.Fuera de la operación quedan activos como el 20% de las autopistas radiales 3 y 5 de Madrid; la participación del 19% en los tranvías del Baix Llobregat y del Besòs; la Marina de Laredo (42,5%), la autovía Ibiza-San Antonio (50%) y el aeropuerto de Castellón o el de Santiago de Chile, entre otras participaciones.La firma concesionaria ha sido asesorada por Hogan Lowells, JP Morgan y Macquarie en la búsqueda de nuevos accionistas.Entre los proyectos bajo la lupa de Globalvía figuran la extensión de la autopista 407 de Toronto (Canadá), el metro ligero de Ottawa (Canadá) y el tren de alta velocidad de California (Estados Unidos).Globalvía cerró 2010 con una facturación de 183,4 millones y con un Ebitda de 111,8 millones. El grupo opera 38 proyectos de infraestructuras entre carreteras, aeropuertos, ferrocarriles y puertos.
El gran proyecto
1.480 millones es el presupuesto aproximado del proyecto de extensión de la autopista 407 de Toronto (Canadá). Globalvía pretende llevárselo en alianza con OHL y Borealis. El gran rival es Ferrovial.