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Por 100 millones

Dos nversores chinos firman un acuerdo para comprar Saab

El fabricante holandés Swedish Automobile (antigua Spyker Cars NV) ha llegado a un acuerdo con los inversores chinos Youngman y Pang Da para venderles Saab Automobile, informó hoy el fabricante de coches sueco.

oungman y Pang Da pagarán de forma gradual 100 millones de euros por adquirir Saab Automobile, según una declaración de intenciones que será válida hasta el 15 de noviembre y que debe de ser aprobada por las autoridades implicadas, los accionistas de la matriz holandesa y "otras partes", señaló la firma sueca en un comunicado. El acuerdo está supeditado a que continúe el proceso de reestructuración de Saab Automobile iniciado hace un mes.

La confirmación de Saab Automobile llegó minutos después de que el administrador designado por los tribunales suecos, Guy Lofalk, retiró su solicitud de interrumpir el proceso de reestructuración y suspensión de pagos, apelando a la firma de un acuerdo de compra que aún no habían confirmado las partes implicadas. Según el escrito presentado hoy por Lofalk ante el tribunal de Vänersborg, Youngman y Pang Da aportarán "la financiación necesaria para la reconstrucción y para el plan de negocios".

Estas nuevas "condiciones" que plantea el acuerdo deben de ser estudiadas antes de tomar una decisión sobre si parar o no el proceso de reestructuración, señaló Lofalk. Este nuevo acuerdo vuelve a salvar en el último momento a Saab Automobile, sobre la que pendía de nuevo la amenaza de desaparición. Swedish Automobile (SWAN) y los inversores chinos habían firmado hace meses un acuerdo por el que éstos se comprometían a invertir 245 millones y participar en el accionariado de Saab Automobile.

Pero las dificultades económicas de la firma sueca, cuya producción está paralizada desde hace seis meses, además de la solicitud de suspensión de pagos a los tribunales, provocaron el malestar de los inversores chinos, que dieron por roto el acuerdo. Las partes implicadas volvieron a retomar las negociaciones en los últimos días, aunque la delicada situación de Saab Automobile obligó a sus dueños holandeses a ceder ante los inversores chinos, ya sólo interesados en la compra y no en un acuerdo de colaboración.

La solicitud presentada hace una semana por Lofalk, argumentando falta de fondos y de acuerdo entre las partes, llegó un mes después de que el Tribunal de Apelación del Oeste de Suecia aceptó un recurso de Saab contra la decisión inicial de la corte de primera instancia de negarle la reconstrucción. El fallo significó también la retirada de varias solicitudes de quiebra contra la compañía de trabajadores y de proveedores.

Youngman y Pang Da están dispuestas a invertir más de 500 millones de euros en total, según señaló a la emisora Radio de Suecia el director ejecutivo de Saab Automobile, Victor Müller. SWAN informó hoy además de la ruptura del acuerdo con el fondo de inversiones estadounidense North Street Capital, anunciado hace unos días, para comprar 2,3 millones de acciones de la firma holandesa y prestar 60 millones de dólares a Saab Automobile.

El fabricante holandés sí hará en cambio una nueva emisión de 3 millones de acciones para el fondo Global Yield, que estima será suficiente para poder pagar la parte de las nóminas de octubre no cubierta por el fondo estatal de garantía salarial sueco.

Los sindicatos representados en Saab Automobile recibieron con alegría la noticia del acuerdo con los inversores chinos, "importante" no sólo para ellos, sino también "para toda Suecia", según Stefan Löfven, presidente de IF Metall, que tiene 1.500 afiliados en la firma, algo menos de la mitad de su plantilla.

Igualmente aliviados se mostraron los proveedores que trabajan con Saab Automobile y a los que ésta debe en conjunto entre 700 y 1.500 millones de coronas suecas (entre 77 y 166 millones de euros), según estimó Frederik Sidahl, director ejecutivo de FKG, que agrupa a los proveedores escandinavos de la industria del automóvil.

Saab Automobile suspendió pagos por primera vez en febrero de 2009 y permaneció bajo administración judicial seis meses, pero, a pesar de un préstamo de 400 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones, avalado por el Gobierno sueco, y de otras inyecciones de capital, la situación fue empeorando progresivamente.

La aparición hace un año como compradora de la firma holandesa evitó que la estadounidense General Motors, propietaria de Saab, la desmantelara como tenía previsto.

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