La cumbre de la UE deja en el aire los tres puntos clave de la crisis
Las grandes expectativas que ha generado la eurocumbre de hoy van poco a poco desinflándose. La canciller alemana ha enfriado los ánimos desde el parlamento alemán y la CE avisa que no saldran "cifras concretas" de la cita. Según las primeras filtraciones, quedará en el aire la quita a Grecia, el tamaño del fondo de rescate y las necesidades de capital de la banca.
El pesimismo sobre los resultados de la cumbre europea parece justificado. Por distintas vías, la UE confirma el escenario de un comunicado de carácter político que no aporte detalles sobre los tres aspectos clave del mercado: la quita griega, el fondo de rescate y la recapitalización bancaria.
Así, según un funcionario citado por Bloomberg, la UE instará a los ministros de finanzas a determinar el tamaño del nuevo fondo de rescate antes de noviembre. Aunque la reunión sobre el fondo no ha empezado aún, hay dos propuestas sobre la mesa para apalancarlo, y se espera que sean respaldadas. Pero la capacidad definitiva del fondo dependerá de la quita que asuman los tenedores de bonos griegos y de la participación de éstos en el posible canje. Según este funcionario, la capacidad del fondo rondará los 250.000 a 275.000 millones tras este segundo rescate, y sobre la base de esta cantidad tendrá que apalancarse.
Pero las conversaciones para fijar esta quita no avanzan. Aunque la cifra parece consolidarse en el entorno del 50%, hay desacuerdo con los bonistas sobre los términos del acuerdo, particularmente sobre qué parte de los nuevos bono que emita Grecia para cerrar el canje y ejecutar la quita están asegurados por la UE. La banca esta representada por la asociación internacional IIF.
Finalmente, un borrador sobre las propuestas de recapitalización bancaria obtenido por Bloomberg y Reuters detalla que la banca tendrá que llegar al 9% de capital en junio de 2012, fecha a partir de la cual los Estados tendrán que inyectar capital. Pero el borrador no incluye una cifra concreta de necesidades de capital, pese a que la semana pasada éstas se cifraban en unos 100.000 millones.
Antes de trascender estas noticias, la canciller alemana ya había enfriado los ánimos. Merkel ha hablado en el Parlamento alemán antes de la cumbre europea de hoy e instó a Grecia a seguir adelante con el "doloroso camino" de las reformas. Además añadió que el país podría necesitar una supervisión permanente de su política fiscal. Avisó de que aun queda mucho camino por recorrer y recalcó que la reestructuración de Grecia no es el remedio a todos los problemas. En la misma línea se ha pronunciado hoy un portavoz de la Comisión Europea, desechando la posibilidad de que los dirigentes europeos acuerden hoy las medidas financieras con el suficiente detalle.
El contra punto optimista lo pone Francia. La portavoz del Gobierno galo, Valérie Pécresse, ha tratado de acallar hoy las informaciones sobre las fricciones en las negociaciones entre Francia y Alemania de cara a la cumbre de la que dijo que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, espera que sea un éxito. Sarkozy está "determinado, con voluntad y combativo para el éxito de esta cumbre", declaró Pécresse en su comparecencia ante la prensa al término del Consejo de Ministros.
El objetivo para Grecia, según Merkel, será rebajar la deuda al 120% del PIB en 2020. Para que esto realmente sea efectivo es imprescindible una participación más activa del sector privado, matizó. En referencia a la zona euro ha señalado que es necesario crear "un cortafuegos" para evitar contagios en la crisis y nuevos casos como el de Grecia. En una declaración de Gobierno ante el Bundestag pocas horas antes de viajar a Bruselas, Merkel subrayó que esa medida es una condición indispensable para que los acreedores privados participen en el rescate.
La intervención de la canciller alemana se produjo poco antes de la votación de la ampliación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), una propuesta consensuada por los partidos de la coalición gubernamental y la oposición socialdemócrata y verde.
Para esta tarde queda pendiente si, como pretende Alemania, Europa excluye totalmente al BCE de la resolución de la crisis o, como pretende Francia, se alude (aunque sea veladamente) al BCE y a su política de compra de deuda. Con todo, esta mañana el futuro gobernador del banco, Mario Draghi, sí citaba en un discurso estas "medidas no convencionales", fórmula que se usa para hablar de las compras de deuda.