Saab y los inversores chinos, un matrimonio mal avenido
Las compañías chinas Pang Da y Youngman dicen hoy que su acuerdo con Saab, de 245 millones de euros por el 54% de la marca, continúa vigente después de que ayer la sueca lo declarase inválido por considerar incumplidos los acuerdos adquiridos.
Saab continúa con su particular culebrón de los últimos meses, avivado desde que ayer anunciara que su acuerdo con las chinas Pang Da y Youngman quedaba invalidado.
Hoy, las tres compañías escriben un nuevo capítulo en una historia de amor y odio que tiene como trasfondo una inversión de 245 millones de euros por el 54% de la marca sueca, otrora reconocida por ser una alternativa a las marcas 'premium' alemanas y hoy protagonista de una descomposición empresarial por la falta de inversores dispuestos a poner dinero en una compañía en bancarrota.
Pang Da y Youngman han comunicado hoy que aún consideran válido el acuerdo no vinculante firmado en junio. La primera defiende que nunca ha firmado ningún crédito puente para financiar a Saab, pero que conserva la intención de cumplir con sus obligaciones de inversión marcadas en el acuerdo, además de conseguir el beneplácito del gobierno chino. Anteriormente, Pang Da ya había pagado unos 45 millones de euros a Saab en virtud de un acuerdo para comprar algunos de sus modelos. "La compañía ha explorado varias opciones favorables para Saab durante su proceso de reestructuración. Pero, antes de que se logre un acuerdo nuevo entre las partes, pensamos que el acuerdo anterior continúa vigente".
Entre ellas, una oferta de compra realizada la semana pasada junto a Youngman por el 100% de Swedish Automobile, matriz de la marca, opción que fue rechazada de foroma frontal.
Por su parte, Youngman afirma que ha pagado unos ocho millones de euros de los 70 que componen el crédito puente de que tiene comprometido con Saab, además de continuar con la compra de acciones de Swedish Auto, matriz de la marca. Según el acuerdo de junio, Youngman compraría el 29,9% de acciones de Swedish Auto por un total de 136 millones de euros. La compañía china dice lamentar que Saab haya declarado nulo ese acuerdo, pero insiste en su intención de cumplir con sus obligaciones y de seguir ayudándola.
Y es que Saab continúa en una situación crítica, con importantes deudas a trabajadores y proveedores que incluso obligaron a parar la producción dos veces durante este año. Después de que General Motors se deshiciera de ella durante su plan de reestructuración, la marca pasó a manos de la holandesa Spyker en enero de 2010, que desembolsó por ella 282 millones de euros, 52 en efectivo. El Banco Europeo de Inversiones llegó a conceder un crédito de 400 millones de euros para su reconversión, que debería haber logrado la viabilidad de la marca.
Sin embargo ese préstamo, que tuvo que ser avalado por el Gobierno sueco, no ha podido evitar la quiebra de Saab, que se ha visto obligada a recurrir a inversores de todo tipo para lograr su viabilidad financiera. Algunos no pasaron de meros rumores, y otros acuerdos firmados han acabado siendo cancelados, como ya pasó con Hawtai y como, parece, pasará con Pang Da y Youngman.