Pemex considera que su pacto con Sacyr en Repsol está vigente
Mientras no se diga lo contrario, Pemex considera vigente el pacto con Sacyr en Repsol, pese a la destitución de su presidente, Luis del Rivero, y su relevo por Manuel Manrique. Aunque el director general de la petrolera mexicana está en Madrid, este no asistirá al consejo de Repsol que se celebra mañana.
Pemex mantiene la vigencia de su acuerdo con Sacyr a pesar de los últimos cambios en el grupo de construcción y recuerda que su contenido tiene una vigencia de 10 años, indicaron a Europa Press fuentes de la petrolera mexicana. El director general de la petrolera mexicana, Juan José Suárez Coppel, se encuentra en Madrid para tratar la situación creada tras la destitución, la semana pasada, de Luis del Rivero como presidente de Sacyr, aunque no tiene previsto asistir mañana al consejo de la petrolera.
El acuerdo de sindicación entre Sacyr y Pemex a finales de agosto para controlar un 29,5% de Repsol fija en 10 años la duración inicial del pacto, que podrá ser prorrogada por periodos de cinco años. Cualquier incumplimiento por parte de un socio permite al otro dar por terminado el acuerdo y, si lo desea, "exigir los daños y perjuicios, costes, reclamaciones, pérdidas o gastos que sufra o en los que incurran a consecuencia del incumplimiento", según recoge el texto.
Esta cláusula obligará a Sacyr a buscar una solución negociada con Pemex en caso de que desee finalizar el acuerdo, en el que además se establecen limitaciones a la venta de participaciones en Repsol por parte de los socios. Sacyr dispone en la actualidad de un 20% de la petrolera y Pemex de un 9,5%.
El consejo de Repsol de mañana se celebrará en un clima muy diferente a la última reunión. La semana pasada, el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, mantuvo un encuentro "cordial y provechoso" con su homólogo en Sacyr, Manuel Manrique.
La falta de pistas sobre si Del Rivero, seguirá o dimitirá de su puesto de consejero en Repsol y la petición de tiempo, por parte de distintos consejeros, para que se calmen las aguas tras la salida del empresario murciano del órgano de decisión de la constructora, han hecho que Sacyr se tome unos días antes de volver a reunir a su consejo. La petición de un encuentro al máximo nivel por parte de Pemex, aliado de Sacyr en el capital de Repsol, para conocer de primera mano el nuevo escenario tras la salida de Del Rivero también ha afectado a la agenda prevista, aseguran fuentes solventes.
Al cierre del consejo ordinario del pasado jueves, el nuevo presidente del grupo constructor, Manuel Manrique, avanzó a sus compañeros de mesa la celebración de una nueva cita, que tendría lugar hoy. Se intentaba con ello preparar la estrategia a seguir en Repsol, en el consejo de Repsol de mañana. Al mediodía de ayer los consejeros de Sacyr carecían de orden del día y todo indica que no habría reunión.
Quienes han impulsado a Manrique a la presidencia, Demetrio Carceller, Juan Abelló y las cajas (NCG, BMN, Bankia y Unicaja), también han preferido que la cúpula directiva de Sacyr se centre en reanudar los contactos con la banca sobre la refinanciación del crédito de 4.900 millones que sustenta la participación del 20% en Repsol. Fuentes financieras opinan que un nuevo equilibrio de poderes en el primer accionista de Repsol podría hacer variar la decisión de la banca internacional, hasta ahora reacia a mantenerse en el sindicato de un préstamo que vence el 21 de diciembre.
En Sacyr confirman que Manrique tiene en agenda su primer contacto como presidente con el director general de la firma estatal mexicana, Juan José Suárez Coppel. Se trata de darle a conocer los planes de la constructora respecto al pacto parasocial. Sacyr insiste en que el acuerdo está vivo, pero en su nueva estrategia, podría hacer una desinversión parcial en la petrolera que pondría en jaque el acuerdo. Todo depende de la refinanciación.
Sebastián insiste en la españolidad de Repsol
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se declaró ayer neutral respecto a las disputas en el consejo de Sacyr Vallehermoso porque "lo único que nos preocupa -dijo- es la españolidad de Repsol. "Queremos que siga siendo española", reiteró.En una rueda de prensa, Sebastián declinó opinar sobre las consecuencias de la salida de Luis del Rivero, a quien se le atribuye una estrecha relación con el ministro, de la presidencia de la constructora y su posible consecuencia en el acuerdo de la empresa con la mexicana Pemex para controlar Repsol."Nos importa la españolidad de Repsol no porque aparezca en los campeonatos de motociclismo, sino porque una parte de las reservas que consiga en el extranjero son de España", explicó. Por último, reiteró que desde el ministerio "no opinamos sobre conflictos de accionistas ni sobre operaciones empresariales".La compañía mexicana ha confirmado que la operación cerrada a finales de agosto recibió el visto bueno del Gobierno mexicano y este del Ejecutivo español. Ambos la consideraron una operación meramente corporativa. Con la destitución del artífice del acuerdo, Luis del Rivero, todo apunta a que este se romperá.