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¿Qué logros se esperan del maratón de la UE?

Los analistas descartan que la crisis soberana se resuelva en una semana, pero esperan pasos importantes hacia su final.

La historia de Europa demuestra que hay que esperar hasta que las cosas se pongan extremadamente graves para que se empiecen a adoptar soluciones de calado", reflexiona Daniel López Argumedo, analista de Finagentes. Muchos dirían que ese punto se alcanzó en julio, y derivó en una cumbre, europea en la que se pactó que la banca acreedora asumiera una quita del 21% de la deuda griega y que el fondo de rescate europeo (EFSF) debía flexibilizarse y ampliarse para servir de escudo a la malograda deuda soberana. La indecisión demostrada por los socios comunitarios para poner en marcha sus planes, unida al iracundo ataque de los mercados en agosto, ha terminado por empeorar la foto de la solvencia europea que lleva ajándose desde hace ya año y medio. La UE ha puesto en marcha ahora un maratoniano programa, que incluye cinco citas, para dar carpetazo al caos. ¿Qué se puede esperar esta vez?

El caos heleno

Asumido que Grecia es incapaz de hacer frente a sus deudas, y habiendo descartado la UE su salida de la eurozona, los socios deben pactar una solución financiera para el país. Como ya se vio en julio, la permanencia de Atenas en el euro implica un esfuerzo por parte de sus acreedores privados que deberán asumir pérdidas, eso sí, ahora del 50%, mucho mayores que el 21% pactado en julio.

La recapitalización bancaria

Semejante descuento provocará un importante agujero en las entidades financieras europeas, particularmente en las francesas y alemanas, y sentará un peligroso precedente que podría terminar contagiando al resto de la deuda y de la banca. De ahí la necesidad de recapitalizar al sector, al que Bruselas quiere elevar el nivel de solvencia exigido a un 9% de core Tier 1. Un proceso que para Goldman Sachs supondrá unas necesidades de capital de entre 100.000 y 250.000 millones de euros. "El coste puede ser muy alto pero es necesario hacer una valoración muy agresiva de los activos en balance de las entidades financieras", expone José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi. Particularmente de la deuda soberana de los países periféricos aunque, recuerda el analista, a diferencia de Grecia no se trata de aplicar quitas sobre la deuda española, por ejemplo, sino de que las entidades expuestas cuenten con recursos para cubrir posibles pérdidas de valor.

El fondo de rescate

La UE ha dejado claro que los recursos necesarios para la recapitalización deben buscarse primero en el mercado. Solo en el caso de que no sea posible, la factura pasará a manos públicas. Es ahí donde entra en juego el fondo de rescate europeo, al que la agencia de calificación Fitch considera necesario reforzar más allá de los 440.000 millones de euros que tiene, para lo que su apalancamiento -a partir de garantías por 780.000 millones de euros- es una de las principales alternativas a debate. Ante la complejidad de que el EFSF obtenga permiso para endeudarse como un banco, a lo que se oponen Alemania y el BCE, surge la hipótesis de emplear también los recursos del Mecanismo Permanente de Rescate (ESM), que en principio no estaría operativo hasta 2013.

El papel del BCE

La idea, continúa Argumedo, es que el fondo pueda también ejercer el papel de bombero que ha tomado el BCE como comprador de títulos soberanos de Estados en apuros. El analista advierte, sin embargo, que este tipo de operaciones solo son un salvavidas a corto plazo, y que es necesario avanzar en soluciones más definitivas. Desde Goldman Sachs matizan que la prioridad está en que se "acelere la implementación de un mecanismo de estabilización europeo" que debe blindar la zona euro de futuras turbulencias.

Eurobonos y política fiscal

Pese a lo ambicioso de todo este listado, Goldman considera que si no se avanza en todos estos campos "se exacerbará la impaciencia de los mercados financieros". Y en paralelo, matizan, aunque se presentara el paquete de medidas completo, los analistas se muestran "escépticos" ante la posibilidad de que eso bastara para dar la vuelta a la crisis soberana. En el servicio de estudios del suizo UBS apuntan que estas medidas "no eliminan la necesidad de los eurobonos", la emisión títulos supranacionales de deuda bajo la marca Europa. Una opción, no obstante, que cuenta con el rechazo frontal de Alemania, y que nadie espera que surja en los próximos días. "Sería una medida más a largo plazo, y no tiene sentido crearlos hasta que haya un único gobierno fiscal en Europa", concluye Argumedo.

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