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ETA deja de matar

La consultora Accenture organiza por Navidad un sorteo que tiene, si no recuerdo mal, un viaje como premio. Para participar hay que redactar el titular que más te gustaría escribir el año que empieza. Nunca me ha tocado, no suelo tener suerte en las rifas. Pero tampoco me requiere un gran esfuerzo porque siempre les envío el mismo.

Sin embargo, este año tendré que cambiarlo. Y todo porque algo me dice que el comunicado emitido por ETA la tarde del 20 del 10 del 11 (qué fácil de recordar para los libros de Historia), ese comunicado, digo, es un paso irreversible. Esta vez sí.

Quienes tenemos ya algunos años (y también todos los demás) sabemos que no hay que fiarse. Cuántas veces nos han engañado. Cómo han aprovechado el imperio de la ley que desprecian, de un país que desprecian, de unos ciudadanos que desprecian para mentir vilmente mientras recargaban la Parabellum de nueve corto. Cómo han jugado con dirigentes ingenuos. Cómo han utilizado las ambigüedades dolosas de otros. Cómo se reían de los buenos mientras cebaban la dinamita.

Pues bien, punto final a la triste historia. Así, sin más. Habrá quienes intenten sacar rendimiento, otros se querrán apuntar el tanto y los más, como siempre, dirán que ya lo sabían. Allá todos ellos, mientras no entorpezcan el fin de la lacra. Porque será tan mal nacido como los asesinos el que no ayude a que dejen de matar. Medio siglo de terrorismo y más de 800 muertos los contemplan.

Nunca sabremos hasta dónde habría llegado la industriosa Euskadi si no hubieran existido ellos. Es otro de sus tristes logros. Entre la sangre de las víctimas brilla también la de 48 empresarios, y cientos de ellos vivieron bajo la extorsión, el miedo y la dictadura de estos ladrones de vidas. Nunca sabremos cuántos talentos se ha llevado el pánico, ni cuántos proyectos abortó el terror y cuántas inversiones ahuyentó la goma 2.

Cuando este verano paseé por sus calles, Euskadi estaba radiante. Desde la nueva torre de Iberdrola en Bilbao a la ola de Mundaka, desde el Balenciaga de Guetaria a los pintxos de San Sebastián, por todas partes se respiraba vida. Y todo con un extenso grito de llamada a los presos de ETA. Un trabajo por hacer.

Porque esta vez sí es la buena. Eso sí, frente al prepotente y chulesco "ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada", el coherente de Zaparero "vivamos, hoy, la legítima satisfacción por la victoria de la democracia", pero "con la contención a que nos obliga la historia".

Sí. Ojalá que esta vez sea la buena para, por encima y a pesar de las crisis económicas, dejar a los hijos una sociedad mejor y no tener que repetirle a los de Accenture el deseado titular de todos los años: 'ETA deja las armas'.

Twitter: @JuanjoMorodo

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