El mercado, obsesionado con la cumbre del domingo
Y al final las bolsas se han desfondado. No es de extrañar, ayer todo el mundo creía que la del domingo sería una cumbre seria para abordar la muy grave crisis en que está sumida Europa, y tras todo lo que ha pasado últimamente parece que esa cumbre es en realidad el reunirse para jugar un partido de solteros contra casados.
La UE sigue dando una imagen de gran división, y siempre desde fuentes alemanes llega un bombardeo de comentarios negativos.
Al final se ha llegado hasta a dudar que se fuera a celebrar la cumbre. Como siempre desde Alemania, en concreto desde un periódico de allí, se ha llegado a decir que se aplazaba.
Cuando el rumor parecía desmentido, fuentes de la coalición en el poder, le decían a Reuters que no se tratará el apalancar el fondo de rescate.
Ceremonia de la confusión total. Ataques duros a la deuda italiana, ataques a Francia, y cada vez más peligro de un accidente financiero.
Seguimos en un entorno de mercado completamente obsesionado con la cumbre europea del domingo 23.
Rumores, descuentos, desmentidos...
La bolsa es muy agradecida a cualquier comentario de que se va a tomar alguna medida. Lo que sea. Es tan grande la incapacidad de los políticos europeos, es tan grande el caos, que se agradece lo que sea.
Ayer era que subíamos porque se iba a ampliar el fondo de rescate. Hoy la decepción porque el propio presidente francés reconocía por la noche, que estaba atascado en la negociación con Alemania, que es de suponer seguirá diciendo a todo que no.
Eso sí, nos hemos alejado de mínimos, cuando ha aparecido por las agencias de noticias unos documentos que parece son guías para la reunión del domingo, en las que se dice que el fondo de rescate va a poder comprar bonos. De nuevo el mercado es muy agradecido. Pero después nuevas bajadas cuando se decía que igual ni se llegaba a celebrar la cumbre, con Alemania repitiendo sin parar que no habrá acuerdo sobre la ampliación del fondo de rescate. La verdad es que hasta que no pase el domingo, parece muy arriesgado meterse en mercado, ni para arriba ni para abajo, es imprevisible lo que pueda pasar.
Además, yo no olvidaría una cosa. El domingo pueden decir misa... pero luego ¿lo cumplirán?... recuerdo la reunión del 21 de julio, y el cacao que vino después, con todo tipo de correcciones y de enmiendas a lo que se había dicho, y con varios países rompiendo el consenso como Finlandia... Y eso que hacía calor, que ahora que va a empezar una rasca de miedo en Finlandia, igual se ponen más exigentes aún...
Es el caos total.
Y el mercado está completamente encadenado a ese caos....
Además no ayuda en nada el rosario de rebajas de las agencias de rating, ciegas por completo ante la realidad en EEUU, y muy puntillosas en todo lo que se refiera a Europa. El problema es que un círculo vicioso, sus propias rebajas causan inestabilidad, que confirma la rebaja y así sucesivamente.
Ayer dijo una cosa el presidente del Santander,... es que esto no funciona si no se deja quebrar a nadie...
Al final los rescates, no los pagan los banqueros que siguen con sus bonus, y sus millones, ni mucho menos los políticos que los ordenan, ni Merkel, ni Trichet, que tienen la vida asegurada para siempre... al final los rescates los están pagando los más pobres. Los millones de parados, los millones de niños con sus familias dentro del umbral de la pobreza... usted y yo... esos son los que estamos pagando los rescates. ¿Si no se hubiera rescatado a Dexia habríamos tenido riesgo sistémico? Pues igual no. ¿Y a todas las cajas? Francamente no lo sé. Realmente me declaro incapaz de manejar esta situación. Era una buena solución un plan Brady a la europea. Los eurobonos. Pero todo eso no se considera. Cada vez más pobres. Cada vez más comercios cerrados.
En la novela de Ken Follett, titulada, "Una fortuna peligrosa" el autor comenta hablando de la banca del siglo XIX y que ya ven no ha cambiado :
"Toda mi vida he sido cauto- dijo Greensbourne-. En las operaciones donde otros ven altos beneficios yo veo altos riesgos y resisto la tentación. Tú tío Joseph no era como yo. Si destino ahora mis fondos a rescataros, el inversionista inconsciente se verá recompensado y el cuidadoso sufrirá. Y si la banca tuviera que llevarse de ese modo ¿por qué iba alguien a ser cuidadoso? También podríamos arriesgarnos, puesto que no existe riesgo alguno cuando un banco quiebra, si lo salvan los demás. Pero siempre hay riesgo. El negocio bancario no puede llevarse como lo lleváis vosotros. Siempre habrá bancarrotas. Son necesarias para recordar a los inversionistas que el riesgo es real"
Tomen todo esto como reflexiones de un ciudadano angustiado, porque el análisis ya se me escapa, demasiado caos para mí. Tras ver ayer cómo ahora se acusa a no sé cuántos bancos de no sé qué montaje para manipular el Euribor, ya llegué a la nausea...