Decálogo para crear una empresa
Muchas personas con una buena idea se echan atrás ante las dificultades para convertirla en una empresa. La Cámara de Comercio de Zaragoza ha resumido en un decálogo práctico sus experiencias en los talleres que organiza periódicamente para ayudar a los emprendedores.
Son diez pasos que cubren un itinerario jalonado de dificultades que, con un adecuado asesoramiento y las correspondientes dosis de voluntad y trabajo, pueden superarse sin necesidad de gran esfuerzos.
El primer paso, según este decálogo consiste en definir nítidamente la idea de negocio. Que es tanto como responder a las preguntas ¿qué se quiere vender? Y ¿quién lo comprará?. Esta fase requiere mucha más elaboración de lo que, a primera vista, pudiera pensarse, ya que es necesario evaluar una serie de factores, como si realmente se está capacitado para atender la eventual demanda o cuál es la ventaja competitiva real respecto a los competidores.
Una vez definida adecuadamente la idea, el segundo paso consiste en un proceso de autoevaluación.En el tercer tramo, los emprendedores deben conocer las normativas que afectan a su proyecto empresarial. Esta es una fase donde bastantes se pierden y, para zanjar dificultades, la Cámara , en colaboración con el Instituto Aragonés de Empleo, ha elaborado 25 guías on line que recogen la tramitación y los requisitos administrativos exigidos por los negocios más populares entre los emprendedores.
El cuarto paso es la localización de clientes. Cuestión que exige responder acertadamente a importantes preguntas: ¿Quién es el público objetivo y cuánto estaría dispuesto a pagar por el nuevo producto o servicio?.¿Cuál es su motivación de compra?.¿Cómo puedo dar a conocer la empresa?..Y, a renglón seguido (quinto paso), hay que afrontar qué tipos de formas jurídicas existen y cuál es la que mejor se adapta al proyecto empresarial.
La sexta fase es crítica.. Se trata de concretar la viabilidad real del negocio. Los emprendedores deben analizar objetivamente la situación del sector, la ubicación del establecimiento y los aspectos económico-financieros, especialmente la facturación mínima para no incurrir en pérdidas. El séptimo paso consiste en valorar sosegadamente todos estos resultados, para decidir si se sigue adelante o no con el proyecto empresarial.
El octavo tramo es la búsqueda de financiación. Hay que conocer las subvenciones y préstamos que pueden solicitarse, información que suele ser suministrada por varios organismos , como asociaciones empresariales y las propias Cámaras de Comercio.El penúltimo paso estriba en la firma de contratos y solicitud de licencias de licencias,que se completarán (décimo paso) con las pertinentes altas, tanto de personal como del propio negocio, procedimientos que pueden efectuarse desde las Ventanillas æscaron;nicas.
Al final del itinerario, sólo queda abrir la empresa y esperar una positiva cuenta de resultados.