Amazon defiende que su red está diseñada para evitar caídas como la de Blackberry
Amazon es popular por ser la mayor empresa de comercio electrónico. Pero Amazon es mucho más que su negocio de retail. El grupo tiene otra actividad clave, aunque invisible para el común de los mortales. Es su división Amazon Web Services, que desde 2006 ofrece a empresas de todo el mundo una gama completa de servicios en la nube, soportados desde su infraestructura tecnológica. Son servicios de computación, de almacenamiento, de red... que sus clientes contratan y pagan por uso.
"Ya tenemos cientos de miles de clientes en 190 países", dijo en una entrevista a CincoDías Werner Vogels, director de Tecnología de esta unidad. El ejecutivo aclaró que Amazon está haciendo en este área una gran inversión financiera y de recursos de ingeniería porque sabe que este negocio, el del cloud computing, va a tener un impacto importante en sus cuentas. "No puedo precisar su peso actual, pero esperamos que sea tan relevante para Amazon como su negocio de consumo", dijo.
Uno de sus clientes en España es Bankinter. El banco utiliza infraestructura del gigante estadounidense para hacer cálculos de riesgo en la nube. "Amazon nos presta, previo pago, el hardware que necesitamos para hacer simulaciones, que son intensivas en consumo de CPU y así evitamos invertir en un parque de máquinas que tendríamos gran parte del tiempo inmovilizado", dicen desde el banco.
Vogels resume en cuatro las ventajas de usar infraestructura en la nube: ahorro de dinero, porque el coste de la tecnología se hace variable al contratar recursos informáticos según se necesitan; agilidad a la hora de lanzar nuevos servicios al mercado; permite destinar los recursos de las empresas a su negocio principal; y les da capacidad para desarrollar arquitecturas más innovadoras.
Pese a esas bondades de la nube, los problemas sufridos por RIM han vuelto a poner en la picota estos días la fórmula del cloud computing. "Este tipo de caídas son lamentables y a veces inevitables, pero nosotros hemos creado el concepto de regiones y de zonas de disponibilidad de manera que nuestros clientes puedan construir arquitecturas resistentes a esta clase de caídas".
Cuando se le insiste sobre si el caso Blackberry u otros sufridos por otras compañías (como Amazon) crean desconfianza en el modelo, Vogels dice que su empresa ha pasado mucho tiempo explicando a sus clientes cómo construir aplicaciones para que estén siempre disponibles. Además, aclara que su red de servidores está repartida por regiones y zonas sismográficas distintas para evitar caídas de servicio. "Están conectados a centros de potencia distintos y a diferentes proveedores de red. Puede ocurrir un fallo en un edificio o zona, pero no afectará al resto. Hay una gran protección para que las aplicaciones siempre se estén ejecutando al menos en un sitio".