Más bancos necesitarán capital por las nuevas exigencias de Bruselas
Europa endurecerá los criterios que aplica para determinar las necesidades de capital de la banca. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, confirmó ayer que se pedirá un ratio de capital básico "más alto" y, aunque no concretó la cifra, se espera que pase del 5% requerido a una horquilla entre el 7% y el 9%. Una exigencia que podría provocar que 65 de las 91 entidades examinadas en el test de julio requieran capital.
La Comisión Europea no quiso dar detalles concretos pero dejó claro que un importante número de entidades europeas se verá obligada a reforzar su capital. La CE propone que "se eleve significativamente y de manera temporal" el ratio de capital mínimo exigido, aboga por incluir la deuda soberana en el cálculo y pretende aplicar una definición de capital más exigente, en línea con Basilea III.
No era ningún secreto que los resultados de los test de estrés habían quedado obsoletos. En julio, la Autoridad Bancaria Europea solo recomendó la recapitalización de las ocho entidades cuyo capital Tier 1 se situó por debajo del 5% y de las 17 que no alcanzaron el 6%. El nuevo baremo podría exigir también la recapitalización de las entidades con un capital básico entre el 6% y el 9%. El cálculo se hará, además, tomando en cuenta la exposición de cada banco a la deuda soberana, incluidos los bonos en la cartera de inversión a largo plazo. La valoración de esos títulos, según la CE, se hará "de manera prudente", lo que indica que probablemente no se computarán a precios de mercado (lo que obligaría a descuentos de más del 60% en algunos títulos como los griegos).
Bruselas quiere, por último, endurecer el examen computando solo los instrumentos de capital aceptados en el acuerdo de Basilea IIl, lo que dejaría a una gran parte del sector bancario europeo por debajo del umbral del 9% y abocada a una urgente recapitalización. Aunque quizá este último punto podría beneficiar a las entidades españolas si se tiene en cuenta que en los requisitos de Basilea III se incluye un tipo de provisiones similar a la anticíclicas que tiene la banca española.
La EBA prevé anunciar los requisitos de capital del sector antes de la cumbre del día 23
Utilizando los barómetros aplicados en julio por la Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus siglas en inglés), elevar la exigencia de capital básico del 5% al 9% en el escenario extremo provocaría que 65 de las 91 entidades examinadas suspendieran la prueba, incluyendo al Santander, mientras que aumentar el baremo al 7% dejaría 42 suspensos. Un resultado que no tendría en cuenta las cajas españolas intervenidas (CAM, Unnim, Catalunya Caixa o Novacaixagalicia), en Bankia y Banco Cívica que han saltado al parqué, o en la entidad resultante de la fusión entre España-Duero y Unicaja, unión que ha permitido al grupo reforzar su capital por encima del 10%.
Los criterios finales marcarán la diferencia tanto en número de entidades afectadas como en el capital necesario. La Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus siglas en inglés) pretende determinar la semana que viene la cifra exacta que necesita el sector para resistir la crisis de deuda. El objetivo es que el cálculo esté listo a tiempo de la cumbre de líderes europeos del 23 de octubre, en la que está previsto que se decida sobre la recapitalización de la banca y la medidas integrales para atajar definitivamente la crisis de deuda soberana.
La EBA ha solicitado a las entidades financieras más información sobre su cartera de deuda pública y su situación de capital para actualizar la radiografía del sector. Y es que en la deuda soberana fue el gran ausente de los test a los que se sometió a la banca en julio.
Quitas de hasta el 50% en los bonos griegos
La participación de la banca en el segundo rescate a Grecia sigue generando debate y en Europa ya se barajan quitas para el sector de entre el 30% y el 50% por su exposición a la deuda helena frente al 21% establecido en el acuerdo adoptado por la UE el pasado mes de julio, según fuentes oficiadas citadas ayer por la agencia Reuters.El agravamiento de la crisis de deuda y el deterioro económico de Grecia han obligado a Unión Europea a revisar los términos del acuerdo alcanzado el pasado verano. Los inspectores de la troika (UE, FMI y BCE) han reconocido esta misma semana que el país heleno no volverá a la senda del crecimiento hasta 2013, en vez de 2012 como se preveía, lo que unido a las reformas estructurales y a las privatizaciones no hace más que incrementar las necesidades de financiación de Grecia. Un aumento de costes que previsiblemente se repartirá entre los gobiernos y los inversores privados.El pasado 21 de julio la Unión Europea acordó un segundo plan de rescate a Grecia de 109.000 millones que incluía un acuerdo de reestructuración de deuda voluntaria con los acreedores privados. Entonces se estableció que la banca asumiera unas quitas del 21% en los bonos griegos, una cifra que se ha quedado corta ante el deterioro del entorno económico. Cuatro fuentes oficiales confirmaron que ahora se baraja una quita entre el 30% y el 50%, aunque aún no se han tomado decisiones finales. No hay que olvidar que tanto la banca como el BCE han rechazado públicamente variar los términos del acuerdo.