_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una inflación impropia

Tras cuatro meses declinantes, la tasa de inflación interanual ha vuelto a incrementarse en septiembre hasta el 3,1%, con un rebote también en los componentes subyacentes. Las alzas de los carburantes provocadas por el petróleo y las de los impuestos movilizadas por el Gobierno para recomponer los ingresos públicos han sido el motor principal de los precios, que han alcanzado tasas poco coherentes con una economía que se cimbrea en el alambre de la recesión por cuarto año consecutivo. Pero independientemente de los factores externos y los fiscales, hay algo que no funciona en los mecanismos de formación de precios en España cuando una actividad y demanda paralizadas generan tasas de inflación subyacente cercanas al 2%, con avances muy superiores en varios de los servicios con mayor absorción de renta de los hogares. Una seria agitación de la competencia sería bienvenida en una economía acostumbrada a la práctica oligopolística y a elevar precios para compensar la pérdida de margen agregado que le provoca la caída de la demanda. Una inflación tan elevada (siempre superior a la de los competidores) reactiva los costes de producción, comenzando por los salarios, deteriora la competitividad y erosiona la renta disponible ya cercenada por la pérdida de empleo y subidas impositivas.

Archivado En

_
_