La crisis de deuda domina el inicio de trimestre y el Ibex cae el 2,26%
Las Bolsas arrancaron ayer el cuarto trimestre del año bajo los mismos malos augurios de los últimos meses. La confirmación de que Grecia no cumplirá el objetivo de déficit precipitó nuevas ventas y el Ibex perdió el 2,26%. El mercado sigue aguardando nuevas noticias sobre las medidas políticas que permitan cortar la hemorragia griega y evitar el caos en la zona euro.
El día amenazaba con convertirse en un nuevo lunes negro para los mercados, después de que Grecia reconociera el domingo que no cumplirá con los objetivos de déficit marcados para 2011 y 2012. Una noticia que no sorprende a nadie a estas alturas, cuando los mercados descuentan una suspensión de pagos griega más pronto que tarde, y que destapó ayer de nuevo el temor a que el fantasma del default recorra Europa. Así, las Bolsas iniciaron la jornada con pérdidas que superaban el 3% y se asentaron en los números rojos tras la apertura de Wall Street, aunque cerraron con caídas algo más ligeras que las de la mañana. Así, el Ibex quedó en los 8.353,8 puntos, tras un recorte del 2,26%. El Euro Stoxx perdió el 1,9%; el Cac, el 1,85%; el Dax, el 2,25% y el FTSE, el 1,03%. En Wall Street, cada día más pendiente del curso que toma la crisis de deuda soberana en Europa, el S&P retrocedió el 2,85%; el Dow Jones, el 2,36% y el Nasdaq, el 3,29%.
Las autoridades europeas tampoco fueron ayer capaces de enfriar esos temores y la principal incógnita, si Grecia recibirá en breve el esperado paquete de 8.000 millones de euros con el que evitar el impago, no se resolverá en principio hasta mañana miércoles. Será cuando la troika, -FMI, Comisión Europea y BCE- comience a elaborar el informe en el que se analizará si los ajustes comprometidos por Grecia son suficientes para desbloquear un nuevo tramo de ayudas. El vicepresidente de la Comisión, Joaquín Almunia, puso el dedo en la llaga al advertir que el riesgo de contagio de la crisis griega es "proporcional" a la "lentitud" e "ineficacia" en la toma de decisiones en Europa.
Los ministros de finanzas de la zona euro, reunidos ayer en Luxemburgo, tampoco dieron nuevas pistas sobre el futuro inmediato de Grecia, a la espera de las conclusiones de la troika. Si bien el comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, no dudó en reconocer que "Grecia probablemente no cumplirá el objetivo de déficit este año". No en vano, el proyecto de presupuestos estatales que se tramitó ayer en el parlamento griego contempla una contracción de la economía del 5,5% este año y del 2,5% el próximo, año en que la deuda pública supondrá más del 170% del PIB del país.
A falta de mayor contundencia en la iniciativa política, los mercados siguieron ayer la pauta habitual de las jornadas en que se reactiva el miedo a la suspensión de pagos de Grecia, con fuerte castigo para los valores bancarios y repunte de las primas de riesgo, aunque en una magnitud más moderada que en ocasiones anteriores. Así, la prima de riesgo española, que llegó a subir a 337 puntos básicos, se moderó al cierre a 330,8 puntos, a pesar de que el BCE anunció una compra de deuda soberana en la pasada semana inferior de nuevo a los importes de semanas precedentes. Adquirió 3.795 millones, frente a los 3.952 millones de la semana previa. La prima de riesgo italiana también acusó el nuevo episodio de la tragedia griega y subió a 372,4 puntos.
Los bancos también sufrieron ayer. Las mayores caídas de valores bancarios en Europa fueron para la banca griega, francesa y belga. Dexia perdió el 10,16% después de que Moody's amenazara con un recorte de su rating a causa de su exposición a la deuda soberana y en medio de fuertes rumores de intervención, que se desataron al cierre de mercado. Estuvo acompañado en el descenso por KBC (-8,77%), por los bancos griegos, con retrocesos de entre el 6% y el 8%, y por Société Générale, con un descenso del 5,15% al cierre. El sector bancario europeo perdió el 2,75%, solo superado por el descenso del 3,71% de la automoción.
Sobre la banca europea sigue planeando la losa de la deuda soberana, que está dificultando su acceso a la financiación en el interbancario y ha impulsado el debate sobre sus necesidades adicionales de capital. La advertencia más reciente llegó ayer desde Estados Unidos donde, según la agencia de noticias Bloomberg, la Reserva Federal de Nueva York se plantea pedir información diaria con más detalles a los bancos europeos que operan en ese mercado sobre su situación de liquidez.
Las cifras
4.500 millones es el máximo que prevé captar el Tesoro en la subasta de bonos a tres años del jueves.330,8 puntos básicos es la prima de riesgo de España.
Las alarmas se disparan en Dexia
El consejo de administración de Dexia se reunió ayer de urgencia para estudiar posibles alternativas a su futuro. Según publicaba el diario británico Financial Times, que cita a personas conocedoras de la situación, no se descartaba la liquidación de la entidad franco-belga.Unas horas antes, la agencia de calificación de riesgo Moody's amenazaba con revisar a la baja la nota de Dexia por su elevada exposición a la deuda soberana europea. Estos rumores, junto con el anuncio de Moody's, provocaron una caída de su cotización del 10,16%.Dexia, que fue uno de los primeros bancos que recibió ayudas públicas en 2008, tiene una fuerte exposición a la deuda griega e italiana. Según el rotativo británico, el banco tiene una cartera de deuda soberana de casi 21.000 millones de euros.Dexia, con problemas para obtener financiación a corto plazo, es además uno de los mayores prestamistas de los ayuntamientos franceses. Por ello, según las fuentes que cita Financial Times, tanto Bélgica como Francia estarían dispuestas a participar en el rescate de la entidad.Entre las opciones que estudia el consejo de administración figuran la posibilidad de una fusión con otra entidad gala o incluso la venta de su participación en el banco turco Denizbank.Se trataría de una situación similar a la vivida por el franco-belga Fortis, entidad que poco después de caer el gigante estadounidense Lehman Brothers fue troceada y vendida por partes.