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Desplome bursátil del 40% en dos sesiones

El Gobierno belga convoca una reunión de urgencia ante los problemas de Dexia

Dexia está al borde de una segunda intervención. Acumula una caída bursátil del 40% en dos sesiones ante sus serios problemas de solvencia. Moody's tiró ayer de la manta rebajando su calificación y los acontecimientos se precipitan. El consejo de administración de la entidad y el Gobierno belga celebran sendas reuniones de urgencia. La solución será segregar su negocio con el aval de los gobiernos belga y francés. El 'banco malo' se quedará con los activos tóxicos y los saneados se venderán al final de año para conseguir capital.

El Gobierno belga celebrará esta noche una reunión de urgencia para tratar la situación del banco Dexia, que ya fue intervenido con 6.000 millones de euros a mediados de 2008, en plena vorágine de la crisis financiera. Tres años después los problemas no solo no desaparecen si no que se agravan. La agencia de calificación Moody's puso ayer en revisión su calificación crediticia aduciendo sus dificultades para financiarse y la fuerte exposición a la deuda de países periféricos europeos. Ayer su cotización bursátil se desplomó un 10% y hay suma retrocesos del 27%.

El consejo de administración de la entidad celebra este martes una reunión extraordinaria para tratar de salvar por segunda vez a la entidad, y según la prensa belga, la segregación de su actividad será la solución a adoptar. Además, la creación del banco malo estaría avalada por los gobiernos francés y belgas, una senda que podría marcar el camino para enmendar los problemas de solvencia del sector bancario europeo. La entidad franco-belga cuenta en sus balances con 3.800 millones de euros en papel griego y su exposición al riesgo de la quiebra helena está valorada en 4.800 millones, según Reuters.

"Los Estados (belga y francés) responderán como en 2008", ha dicho hoy el ministro francés de Finanzas, François Baroin en declaraciones a la prensa tras la reunión de ministros de Economía de la UE. "Pase lo que pase pondremos una solución rápida y eficaz", ha resaltado sin ofrecer más precisiones. Aun no está confirmado que la entidad franco-belga vuelva a recibir una nueva inyección de dinero público, pero la cascada de declaraciones de los representantes políticos de ambos países es significativa. "Los Gobiernos francés y belga están detrás de sus bancos, ya se trate de Dexia o de otros", aseguró ayer el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, que destacó que ambos Ejecutivos siguen la situación "día a día". Hoy ha vuelto a incidir que "habrá que esperar a la propuesta del consejo de administración, pero el Gobierno está preparado para actuar".

Ambos mandatarios han subrayado que tanto los depósitos como los prestamos otorgados por Dexia cuentan con la garantía de sus respectivos Estados. "Los ahorradores de Dexia, como el resto, están cubiertos hasta 100.000 euros por cuenta por los gobiernos francés y belga", ha recordado Reynders. Mientras que Baroin ha afirmado que el Gobierno francés garantizará los préstamos del banco a las autoridades locales.

Según informa la prensa belga, dentro del banco malo entrarían Dexia Credit Local, la italiana Crediop y Dexia Sabadell S.A. La sociedad creada en el 2001 junto con el banco español obtuvo un resultado neto global a 30 de septiembre de 2010 de a 40 millones de euros, según datos del Banco Sabadell. La gestión de la sociedad conjunta se hallan en manos de Dexia, que posee un 60% del capital, mientras que el Banco Sabadell cuenta con un 40%.

En cuanto a las partes saneadas estarían Denizbank, su división en Turquía, su negocio de administración de activos y su joint venture en Canadá, que serían vendidas por separado antes de finales de este mismo año.

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