'Rusky business'
Chipre puede estar en línea para dos rescates. La tercera economía más pequeña del euro puede recibir un préstamo de 2.500 millones de Rusia. Pero si Grecia entra en suspensión de pagos, podría ser también elegible para algo más grande en la eurozona.
El mayor problema es el crecimiento. Chipre ya peleaba por superar el 1% en 2011 antes de que una explosión causara serios daños en su principal central eléctrica el pasado julio. La posibilidad de prometedoras reservas de gas natural en sus aguas podría aliviar el dolor. Pero el Gobierno necesita aún austeridad para reducir a la mitad su déficit desde más del 6% hasta el 3% establecido por Bruselas.
El dinero ruso podría ser de gran ayuda y materializarse bien, ya que muchos ricos rusos aprovechan las ventajas de los bajos impuestos de la isla. Los rendimientos de la deuda a cinco años son actualmente más del 10%. El efectivo ruso podría costear la mitad y, de hacerlo, los pagos de deuda soberana en 2013 sin tener que recurrir a los mercados. Pero eso supone solo la mitad de la historia. Alrededor de un tercio de los activos de los bancos chipriotas son griegos. Si Grecia entra en suspensión de pagos, los tres bancos chipriotas más grandes -Marfin, Bank of Cyprus y Hellenic Bank- podrían tener que buscar 4.800 millones para garantizar un 10% core Tier 1 y gestionar pérdidas de préstamos, según Fitch Ratings. Si el Gobierno proporciona este dinero, la deuda se incrementaría desde un 60% a un amenazante 90% del PIB.
A Chipre podría gustarle un rescate conjunto, lo que no sería imposible -el rescate irlandés en 2010 combinó un préstamo bilateral de Reino Unido con dinero de la eurozona-. Pero la perspectiva de rescatar a los bancos chipriotas para proteger el dinero de las oligarquías rusas podría ser demasiado para los contribuyentes alemanes. Los miembros del euro podrían mantenerse firmes y ver si Rusia triplica su fondo de rescate, lo que haría parecer a Chipre un paraíso fiscal mediterráneo más que un respetado miembro de la zona euro.