Deusto, con la innovación
La Universidad de Deusto surgió en 1886 como iniciativa social a partir de un grupo de personas relevantes, primero en Bilbao y décadas después en Donostia-San Sebastián. El propósito fue y ha sido constante a lo largo de toda la historia de Deusto: formar profesionales competentes y personas con valores. El ideal es la formación integral de la persona. A lo largo de estas décadas, muchas han sido las personas con puestos relevantes en la historia formados en sus aulas: lehendakaris del Gobierno vasco, ministros del Gobierno español y altos cargos de la Comisión Europea, pasando por presidentes de otros países, consejeros autonómicos, diputados, alcaldes, líderes políticos y sindicales, empresarios, responsables de entidades sociales, académicos, etcétera.
Pero, quizás, lo más importante han sido los miles de profesionales competentes y ciudadanos responsables que, a lo largo de la historia, han salido de nuestras aulas y han contribuido, con su trabajo diario y callado, al progreso humano de esta sociedad. La celebración del 125 aniversario es tiempo para recordar y agradecer, pero es también tiempo para renovar, con ilusión y energía, el compromiso con nuestro servicio universitario en el siglo XXI. Una de la características en nuestra historia ha sido la de integrar tradición e innovación.
Deusto intentó llenar el vacío a nivel universitario en el País Vasco, desde la lejana experiencia de la Universidad de Oñate, para cultivar también la lengua y la cultura vasca. Ha intentado desarrollar, de acuerdo con el modelo pedagógico de la Compañía de Jesús, la formación integral de los estudiantes. La búsqueda de la excelencia académica en distintos campos del saber, que ha ido incorporando en respuesta a las necesidades que surgían en la sociedad de cada tiempo. La formación técnica, junto con las dimensiones éticas, axiológicas y religiosas, como corresponde a un concepto integral de la persona humana a la luz del humanismo cristiano. La vinculación al mundo profesional, desde la composición de los claustros hasta la siempre presente dimensión práctica. Las altas cotas de los egresados para conseguir empleo a lo largo de todo este tiempo, signo de la confianza social en la formación de nuestros titulados. La internacionalidad, con la presencia entre los primeros alumnos (1886) de un grupo de estudiantes extranjeros. La universalidad, en un proceso original de integración de lo local y lo global, de la implicación en lo propio y la apertura al mundo. Y finalmente, el desarrollo de la investigación, en áreas, fundamentalmente, de las ciencias sociales y humanas (como la Economía, el Derecho, la Sociología, la Filosofía, la Teología) y más recientemente, en el ámbito tecnológico, de las ingenierías y la Informática.
Deusto es hoy una universidad comprometida con la búsqueda de la excelencia, que significa potenciar decididamente la investigación y la transferencia del conocimiento, profundizar en el modelo de enseñanza-aprendizaje basado en competencias y valores, en un contexto plurilingüe, internacional, local y global, y tecnológicamente avanzado, y que significa también promocionar la competencia académica de los profesores y la cualificación de los alumnos.
La excelencia universitaria en el siglo XXI significa, igualmente, proyección y compromiso socialmente responsable y sostenible. Con tal fin, Deusto está potenciando proyectos e iniciativas conjuntas con instituciones, empresas, entidades y agentes sociales. Asimismo, desarrollaremos espacios y redes de relaciones con otras universidades, también de la Compañía de Jesús.
Jaime Oraá. Rector de la Universidad de Deusto