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Rebaja la calificación por la compra de Vivo y la política de dividendo

Golpe de Fitch al 'rating' de Telefónica

Nuevo jarro de agua fría a Telefónica en forma de rebaja de la calificación. En verano fue S&P la que recortó la nota de la operadora y ahora Fitch acaba de hacer lo propio por motivos muy parecidos.

æscaron;ltimamente, las agencias de calificación de riesgos tienen la vista puesta más en los Estados con problemas y en los bancos a la hora de repartir malas noticias. Pero de vez en cuanto ponen a empresas no financieras en el punto de mira. Y Telefónica es una de ellas.

En verano fue Standard & Poor's la que lanzó un jarro de agua fría sobre la operadora. Ahora ha sido Fitch la que ha rebajado un escalón la nota de la compañía española y la ha dejado en BBB+. Lo ha hecho por motivos muy parecidos a los de su compañera de sector. La política de dividendo de Telefónica no gusta a las agencias de calificación de riesgos, ya que impide a la operadora reducir la deuda como a ellas les gustaría. A Fitch tampoco le seduce el precio pagado por la operadora de móvil brasileña Vivo. Si eso se adereza con una situación económica complicada en Europa, el resultado es una rebaja de rating como la que acaba de anunciar este martes.

Un recorte de la calificación es una mala noticia en cualquier circunstancia, pero cuando se trata de Telefónica es un poco peor. ¿Por qué? Porque es la operadora más endeudada de Europa, con un pasivo de 56.400 millones de euros a cierre del primer semestre. Por eso, Telefónica es una habitual de los mercados de bonos, donde acude cada poco tiempo (siempre que la situación macroeconómica lo permita, que no es el caso en los últimos meses) para refinanciar su pasivo. Y el coste de esta refinanciación depende del rating en buena medida: cuanto más alto sea, menos se paga, y al revés. Una bajada de la calificación puede dar lugar a un aumento en los costes para Telefónica, porque los inversores exigirán más dinero por asumir la deuda de una empresa que las agencias consideran que tiene más riesgo.

Por supuesto, es un círculo vicioso: Fitch rebaja la nota de Telefónica por su alto endeudamiento y ahora ese recorte hace que a la operadora le cueste más reducirlo. Pero para la agencia la razón de que el perfil de riesgo de Telefónica sea ahora peor que hace unos meses no es ésa. No. "La combinación de los 7.500 millones de euros pagados por Vivo, el impacto de las condiciones económicas y los compromisos de dividendo por acción indican que el endeudamiento de Telefónica va a seguir siendo alto por un tiempo", explica Fitch en un comunicado.

Y eso es poco menos que inadmisible para una agencia de calificación, máxime cuando tampoco hay previsiones de que Telefónica pueda reducir sus inversiones (la otra vía para reservar caja con la que reducir pasivo) en los próximos años, a juicio de Fitch. En el horizonte hay subastas de espectro que costarán dinero en Reino Unido, España y Latinoamérica. Además, Telefónica se ha comprometido a invertir en red al otro lado del Atlántico, recuerda la agencia.

A eso se unen las condiciones macroeconómicas mundiales. "Aunque Telefónica sigue creciendo en Latinoamérica y en Europa, los negocios europeos se verán probablemente afectados por las crecientes incertidumbres económicas. Las operaciones en España están ya reduciéndose y todo apunta a que seguirán haciéndolo dado el entorno económico y la alta tasa de desempleo del país", remata la agencia.

Al menos, todo apunta a que la rebaja de rating se quedará ahí. Tras el trasquilón dado a Telefónica, Fitch señala que ahora su nueva calificación es estable.

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