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Contempla prohibir proporcionar más servicios a un mismo cliente

La CE prevé limitar el poder de las "cuatro grandes" auditoras

La Comisión Europea prepara una propuesta para endurecer la regulación del sector de las auditoras, dominado por cuatro grandes firmas (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG), que contempla la prohibición de proporcionar otros servicios al mismo cliente y la obligación de compartir el trabajo con una segunda empresa más pequeña.

Bruselas está dispuesta a endurecer la regulación del sector de las auditoras, dominado por cuatro grandes firmas (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG), que contempla la prohibición de proporcionar otros servicios al mismo cliente y la obligación de compartir el trabajo con una segunda empresa más pequeña.

"Los errores del sector de las auditoras antes de la crisis ha sido documentado extensivamente y nuestras propuestas deben ser vistas en este contexto", dijo hoy la portavoz comunitaria para el Mercado Interior, Chantal Hughes, en la rueda de prensa diaria, donde recalcó que las medidas todavía están siendo discutidas internamente y no son definitivas. No obstante, un documento de consultas promovido por el comisario europeo para el Mercado Interior, Michel Bernier, hace referencia a las iniciativas que maneja la Comisión, así como un texto sobre las áreas que regulará.

La Comisión considera que las auditoras en demasiadas ocasiones ya no son percibidas como una tercera parte independiente. Las firmas del sector muchas veces auditan a la misma compañía durante décadas e incluso puede proporcionar varios servicios comerciales a este mismo cliente, afirma. A esto se suma la acumulación de riesgos que existe dentro del sistema y que emana del "oligopolio" formado por las llamadas "cuatro grandes".

Para restaurar la confianza en las empresas auditoras y reforzar su independencia, la CE estudia obligar a las empresas contratantes a cambiar de auditora cada nueve años. Asimismo, contempla prevenir que las auditoras proporcionen al mismo cliente otros servicios, y requerir a las grandes empresas financieras (con una capitalización de más de 1.000 millones de euros o una hoja de balance del mismo monto si no cotizan) que contraten a dos auditoras, una de las cuales no puede ser de las grandes. De esta manera, harían "auditorías conjuntas" para disminuir el riesgo.

La Comisión ha recibido 700 respuestas a su documento de consultas de varios actores afectados. En el sumario de las mismas, las "cuatro grandes" se oponen a la rotación obligatoria de auditoras con el argumento de que estudios han probado que afectaría a la calidad de la auditoría. Rechazan además, en líneas generales, la prohibición de prestar otros servicios al mismo cliente al que audita las cuentas, aunque la CE aprecia que están dispuestas a considerarlo o restringir sus servicios a un solo cliente.

Las cuatro grandes consideran que una provisión en este sentido en la directiva correspondiente "debilitaría" la independencia económica general de las firmas y el rango de conocimientos que pueden ofrecer, y sostienen que ya existen rigurosos requerimientos para la independencia. Se oponen además a las audiciones conjuntas obligatorias, pues creen que perjudicaría la calidad de las auditorías y causaría problemas de coordinación.

Hughes reiteró hoy las declaraciones de Barnier al Financial Times, en las que afirmó que "los auditores juegan un papel esencial en los mercados financieros: los actores financieros tienen que poder confiar en sus conclusiones. Hay debilidades en la manera en que el sector de las auditoras trabaja actualmente. La crisis las ha evidenciado".

"Por eso, la Comisión Europea hará en las próximas semanas ambiciosas propuestas para reformar este sector con un único objetivo clave: asegurar audiciones robustas y completamente independientes en el contexto más amplio de un funcionamiento mejor del mercado interior para los servicios de la auditoría".

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