Gamesa advierte que ni vende "ni venderá nada" en dos años en España
El futuro de Gamesa se encuentra, de momento, fuera de España. Su presidente, Jorge Calvet, aseguró ayer en Bilbao que la compañía del sector de las energías renovables ni vende "ni venderá nada" en territorio nacional durante los próximos dos años. Esta tendencia puede cambiar si se habilita un marco "regulatorio estable".
A la espera de la configuración de un nuevo Gobierno, Gamesa ya ha realizado, en lo que respecta a España, sus cuentas a corto plazo. Este año no ha vendido un solo megavatio en el mercado nacional y su presidente Jorge Calvet no tiene "ninguna esperanza" de que la situación sufra un cambio en los próximos dos años. Eso si, el "mundo está lleno de oportunidades".
Calvet, durante su intervención en el desayuno organizado por los antiguos alumnos de la Universidad Comercial de Deusto, achacó el parón de las inversiones para el desarrollo de parques eólicos en España a "las políticas erráticas en materia energética de los últimos años". Añadió que esta estrategia sin rumbo ha contribuido a destruir empleo "innecesariamente, cuando más falta hacía".
Calvet exhibió argumentos para apoyar su tesis. "España era líder en la instalación de parques eólicos en el mundo, pero todo se ha venido abajo por una política confusa". Añadió que todavía quedan por instalar 20.000 megavatios adicionales, un pastel sin repartir.
Mensajes al nuevo Gobierno
La situación, según su criterio, es manifiestamente mejorable. "La situación puede cambiar y debe cambiar", señaló. En su mensaje, cuyo destinatario es el nuevo Gobierno que se forme tras las elecciones del próximo 20 de noviembre, afirmó que la energía eólica contribuye de manera considerable al desarrollo de la industria y que, de no actuar en ese campo, se corre el riesgo de "convertirnos en una sociedad de servicios y eso no es riqueza". Se comprometió a poner en marcha una política de generación de empleo cuando se den las condiciones necesarias que incluyen, principalmente, la habilitación de un marco regulatorio estable "y la desaparición de las incertidumbres jurídicas".
La importancia de España en la estructura industrial de Gamesa es la referencia, pero va perdiendo peso dentro del grupo del sector de las energías renovables. De los 8.000 trabajadores del grupo, el 40% ya se encuentra fuera de nuestro país. "Seguimos invirtiendo en nuevas fábricas fuera, seguimos contratando gente fuera, no aquí desgraciadamente, aunque si cambia el marco regulatorio podríamos hacerlo el mismo día del cambio".
El futuro está en China y en las plantas 'off-shore'
El crecimiento de Gamesa, independientemente de la actual paralización de su desarrollo en España y las incertidumbres sobre su posible reactivación, se encuentra en los países emergentes y en el negocio de la energía eólica marina. En los próximos años su previsión es que el 65% de sus ventas se genere en China, India, Estados Unidos y Brasil. Su presencia en Europa puede incrementarse en la medida que consiga acceder a los contratos para suministrar aerogeneradores a los promotores de los parques eólicos off-shore. "Seremos unos jugadores muy activos en el negocio de la eólica marina, con el objetivo de alcanzar una cuota de mercado de entre el 10% y el 15%", aseguró Calvet. Los mimbres ya están puestos. Gamesa está desarrollando equipos de 5 y 7 megavatios.