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Ni los cambios fiscales logran reanimar al enfermo

El mercado hipotecario se acerca al coma profundo

Llegará un día en que no se firme una sola hipoteca sobre vivienda? Después de ver las cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y dado el cerrojazo actual del crédito ya no es descartable. Ni promotores ni constructores ni la industria auxiliar de la construcción, ni siquiera los bancos (convertidos ahora en actores principales del mercado), podían sospechar que el estallido de la burbuja inmobiliaria se traduciría en un nivel de actividad tan cercano a la parálisis más absoluta.

Los números sobre el volumen de créditos hipotecarios firmados en julio no pueden ser más claros. En los registros de la propiedad se inscribieron en julio un total de 46.980 fincas hipotecadas, un 44,2% menos que en idéntico mes de 2010, según el estudio hecho público ayer. De ellas, solo 29.523 fueron casas, la cifra más baja de la serie histórica que el INE comenzó a elaborar en 2003 y un 47% inferior a las hipotecas suscritas en el mismo mes del año pasado. El capital prestado, que apenas superó los 3.265 millones de euros, también se desplomó un 51,8% en los últimos 12 meses.

Pero si esos descensos son suficientemente alarmantes, un análisis en detalle de qué ocurría antes de la crisis es aún más demoledor. Así, en julio de 2007, justo antes de la crisis de las hipotecas subprime, en España se firmaban más de 100.000 préstamos con garantía hipotecaria al mes, tres veces más que en la actualidad. Y el capital que se prestaba para financiarlas superaba los 15.700 millones, casi cinco veces más que ahora. Mientras que cada día decenas de pymes están abocadas al cierre por falta de financiación, también el mercado de la vivienda está sufriendo los rigores de la escasez de crédito.

Las últimas cifras de antes del verano que manejaban los agentes de la propiedad inmobiliaria sostenían que el 75% de las compraventas no se cerraba a la primera por problemas en la consecución del préstamo. Es muy probable que ese porcentaje haya aumentado, aunque todavía no se disponga de cifras oficiales.

Acción, escasa reacción

A medida que se ha ido constatando que la crisis del ladrillo no iba a solventarse con un aterrizaje suave de precios y actividad, el Gobierno ha tratado de frenar la sangría de cierres de empresas y destrucción de empleo con distintas iniciativas. Desde el principio del crac se dijo que cuanto antes se absorbiera el ingente excedente de casas sin vender (del orden de las 700.000 según los últimos datos oficiales), antes se saldría de la crisis. El Ejecutivo puso entonces en marcha medidas para estimular la venta de ese stock. Facilitó que parte de esas casas se convirtieran en viviendas de protección oficial (VPO) con el objetivo de propiciar su venta o alquiler, pero nada de aquello funcionó. El motivo, dicho por los promotores, "la falta de crédito".

El siguiente golpe de efecto lo constituyó el anuncio de la subida del IVA (que afectaba a la vivienda nueva de precio libre al pasar del 7% al 8%). Solo los meses inmediatamente anteriores a dicho incremento la estadística de ventas de pisos se anotó una ligera mejora, que rápidamente después se esfumó. En la serie de hipotecas lo único que se dejó sentir es que las caídas se amortiguaron levemente.

El anuncio de que a partir de enero de este año desaparecía la desgravación por compra de vivienda para las rentas superiores a 24.000 euros anuales tuvo también un efecto efímero. El último trimestre de 2010 cerró con un aumento de las ventas de casas del 14,4% respecto a los últimos tres meses de 2009. Pero en el conjunto del año, la subida fue de apenas un 1,2%, o dicho de otro modo, 27.568 casas más: pobre resultado. En el global del año pasado llama la atención que se vendieran 491.287 viviendas, casi la mitad que en 2006, último ejercicio completo de boom.

Falta por ver la reacción del mercado al último estímulo aprobado: la rebaja del IVA del 8% al 4% para las viviendas nuevas hasta el 31 de diciembre que entró en vigor en agosto. El PP ha contraatacado anunciando que si gana las elecciones del 20-N, alargará dicha reducción fiscal 12 meses más, lo cual no solo no beneficia a quienes se debaten entre comprar casa ahora o no, sino que incentiva que las decisiones se tomen con calma, justo lo contrario a lo que requiere el mercado.

Sin suelo en el número de créditos contratados

Hablar de menos de 30.000 hipotecas sobre viviendas firmadas en un mes es hablar de una actividad meramente "testimonial", advierten los expertos. Las alarmas ya saltaron en abril cuando se alcanzó el mínimo histórico anterior, de 31.358 préstamos hipotecarios sobre viviendas. Con el registro de julio, esas exiguas 29.523 hipotecas, se demuestra que la crisis inmobiliaria aún no ha encontrado su suelo. Además, nada invita a esperar un cambio de tendencia inminente: las perspectivas son nefastas por el lento crecimiento esperado y la certeza de que seguirá destruyéndose empleo. La reestructuración del sector financiero, sin concluir y, para más inri, los tipos de interés subiendo.

Las cifras

29.523 hipotecas sobre viviendas se firmaron en julio, un 47% menos que el mismo mes de 2010.3.265 millones de euros fue el capital prestado para financiar esas hipotecas, un 51,8% menos que 12 meses antes.9% fue la caída registrada por el importe de los créditos, que apenas superan los 110.000 euros de media.

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