¿Hacia dónde se dirige el Ibex?
La situación que atraviesa Grecia pasa factura a la Bolsa y los mercados no se decantan por una tendencia clara. En este contexto, los analistas creen que la volatilidad será el denominador común en las próximas sesiones.
Caídas que preceden a fuertes rebotes, jornadas de alta volatilidad y ventas masivas en el sector financiero. Tres escenarios que últimamente se han convertido en una constante en el día a día de los mercados. Y es que la complicada situación de Grecia no deja de pasar factura, atormentando a unos inversores que han perdido la confianza. Los nervios, en este contexto, están a flor de piel. La falta de acuerdo de los líderes europeos para ofrecer una solución quedó latente el pasado fin de semana y la capacidad del país heleno para cumplir su objetivo de déficit está en entredicho.
En medio, las Bolsas hacen gala de una tendencia histérica y los expertos no dudan en señalar que la volatilidad será una constante en las próximas jornadas. En palabras de Ignacio Cantos, director de renta variable de Atlas Capital, "Grecia no ha cumplido sus promesas y la situación es insostenible. Hay que hacer una quita y empezar a ver las cosas desde otro punto de vista". El experto no duda en señalar que, en la situación actual, el Ibex hará gala de la volatilidad.
Por su parte, Daniel Pingarrón, de IG Markets, comenta que "si la troika desbloquea los 8.000 millones de euros del tramo de ayudas del primer rescate y los parlamentos nacionales de los países europeos que participaron en el diseño del segundo rescate dan validez a esos acuerdos podríamos ver subidas del 10% o 15% en el Ibex". "Si se dan estos dos factores podemos subir con cierta alegría pero si esto no pasa las caídas pueden ser muy fuertes y podríamos perder los mínimos anuales. Estas dos opciones son posibles. Lo que desde luego no vamos a ver es un escenario de lateralidad", añade.
Otros expertos, sin embargo, consideran que el Ibex podría estar haciendo un suelo a coro plazo. Este es el caso de Miguel Paz, de Unicorp Patrimonio, que explica que "el peligroso juego de que los dirigentes sientan la presión del mercado y le vean las orejas al lobo parece que está teniendo efecto. Ahora que ven que no hay dinero en las arcas ni para pagar las nóminas, harán los que sea necesario para que en octubre se desbloquee la ayuda. Hoy hemos conocido que en la reunión de ayer entre el ministro griego de finanzas, y los altos burocráticos de la Troika amenazaron claramente con cerrar definitivamente el grifo. El objetivo no es otro que asegurarse que Grecia tomará medidas. El ministro griego admitió que preparan nuevos recortes para incluirlos en los presupuestos del estado del 2012, y el cierre y la reestructuración de diversos organismos y entidades públicas".
"Esta mañana, a pesar de la noticia de la bajada de rating a Italia un escalón por parte de la agencia de calificación S&P, las Bolsas europeas han subido. Además, las caídas de ayer, dada la volatilidad actual y las noticias con las que nos despertamos, pueden parecer incluso escasas. Este comportamiento es un indicativo de que el apetito por el riesgo está creciendo. Además, la zona de mínimos de agosto es clave, y hoy los mercados europeos están rebotando en esta zona. Reiteramos nuestra idea de que los mercados están haciendo suelo a corto plazo", agrega Paz.
Los expertos de Bankinter, por su parte, advierten de que hay que optar por la cautela. "Seguimos pensando que Grecia hará default (aunque el canje de bonos que se negocia estos días ya supone un default del 21%), ya que su única posibilidad de recuperarse económicamente sin devaluación es una transferencia masiva de fondos en lugar de créditos... pero eso aún hoy nadie quiere aceptarlo. Podría hacerse vía default o bien mediante inyecciones ilimitadas del BCE (QE), al estilo americano. Si Alemania es capaz de superar sus prejuicios sobre la inflación, esta segunda opción sería posible, pero no parece que en el fondo esté dispuesta a aceptarlo. EE UU ha sido menos escuchado de lo conveniente, por lo que la situación ha mejorado menos de lo que debería y las soluciones europeas siguen siendo muy poco prácticas. No vemos ninguna razón para dejar de ser extremadamente defensivos. Los rebotes de la semana pasada debería haber venido respaldados por decisiones constructivas este fin de semana, pero no ha sido así".