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Columna
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El desafío de Yahoo, desarmar a la bestia

Limpiar el negocio de Yahoo está resultando como la tarea de Sísifo -y la disfunción ocasionada por el batiburrillo de la empresa de internet estadounidense lo empeora más-. El despido de su consejera delegada Carol Bartz podría ser un paso adelante. Pero los directores de Yahoo lo han hecho de una manera caótica y han generado más obstáculos al progreso. Yahoo necesita una solución más simple.

Es muy difícil detener la trayectoria descendente de la que una vez fue empresa dominante en internet. Tenga en cuenta MySpace o AOL. Sin embargo, Bartz tomó la cuestionable decisión de mandar la joya de la corona -su negocio de búsqueda- a Microsoft en unos términos sorprendentemente pobres, que excluye una oferta de Microsoft por toda la compañía. Además, en sus 30 meses en el puesto, Bartz nunca encontró la manera de monetizar las acciones no dominantes del grupo en las empresas asiáticas en crecimiento Yahoo Japan y la china Alibaba, que engloba muchos de los 16.000 millones de valor de Yahoo.

Esto debería ser una clara prioridad para el sucesor de Bartz, que debería permitir a la gestión centrarse en lo que queda de los negocios de internet de la compañía, como noticias, finanzas y ofertas de empleo. Pero nada es simple en Yahoo. Después de despedir a Bartz por teléfono, ha nombrado un orwelliano "consejo ejecutivo" para ayudar al CEO interino, Timothy Morse, que incluye a los cofundadores jefes Yahoo, David Filo y Jerry Yang.

Teniendo en cuenta que este dúo, junto con el presidente Roy Bostock, jugó un papel crucial en la chapuza de la oferta de Microsoft de 45.000 millones hace tres años, es curioso que todavía esté involucrado con la empresa. Por el bien de los accionistas, Yahoo debe simplificar y reenfocar. Es difícil ver a los hombres que recuerdan los días de gloria de la empresa con ganas de que eso ocurra.

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