La prolongación de la crisis deja sin prestación este año a 300.000 parados
Durante mucho tiempo los analistas apuntaban a 2011 como final de la crisis. Lejos de ser así, la economía ha vuelto a estancarse. Este alargamiento de la crisis ha hecho que el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo haya disminuido en 300.000 en lo que va de año, la mayoría por agotamiento de estas ayudas, pese a que el número de parados sigue aumentando. La tasa de protección es ahora del 71% cuando hace un año rondaba el 80%.
Siete de cada diez parados cobran ahora algún tipo de prestación o ayuda por estar en el desempleo. Hace un año eran ocho de cada diez los protegidos. Esta disminución del volumen de parados que reciben ayudas económicas es un claro fruto del alargamiento de la crisis, que hace que los parados agoten su prestación y sus subsidios y se sigan sumando parados.
Así, en julio pasado los servicios públicos de empleo contabilizaban 2.759.194 beneficiarios de prestaciones contributivas o subsidios por desempleo (incluyendo en entre estos últimos la renta activa de inserción y los eventuales agrarios), lo que supone prácticamente 300.000 perceptores menos que los registrados en enero pasado, cuando el 76% de las personas en paro recibían algún tipo de ayuda económica.
El hecho de que los parados agoten sus prestaciones y el paro en lugar de recortarse siga aumentando hace que la cantidad de población protegida vaya disminuyendo. Así, en julio pasado, los últimos datos de los que dispone el Ministerio de Trabajo indican que el volumen de parados que recibía algún tipo de ayuda ha caído al 71,4%, frente al 79,8% de julio de 2010.
La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, recalca que si a los desempleados con subsidio o prestación se le suman los 150.000 perceptores del plan Prepara para parados de rentas bajas que agotan la ayuda a la que tienen derecho, la tasa de protección se mantiene todos los meses de este año por encima del 71%.
Sin embargo, la responsable de Empleo admite también que las ayudas de este plan (400 euros) no son parte de la política pasiva (a la que se tiene derecho por haber contribuido).
Es más, si estos beneficiarios de ayudas se contabilizan ahora para calcular la tasa de cobertura, también podrían haberse contabilizado hace un año cuando estaba vigente un programa similar (Prodi), con lo que dicha tasa habría superado entonces con creces el 80%.
Programas asistenciales
Rodríguez presenta también como una bondad del plan Prepara que la mayoría de los perceptores estaban en el grupo de edad de entre 31 y 41 años y habían agotado los dos años máximos de prestación, mientras que los perceptores del programa anterior (Prodi) eran mayoritariamente menores de 30 años. Sin embargo, lo que pone de manifiesto esta circunstancia es que ya llegan a los programas de ayudas asistenciales los parados de mayor experiencia profesional que, a pesar de ello, tras estar dos años en el desempleo, no han conseguido recolocarse.
De hecho, en los últimos meses lo normal era que disminuyera el gasto en prestaciones contributivas, por el agotamiento de los derechos de cobro que suman dos años en el mejor de los casos, y que subiera el subsidio que algunos cobran posteriormente. Pues bien, en julio el recorte del gasto en subsidios (-11%) era similar al de la prestación contributiva (-9%), lo que indica la finalización de todo tipo de ayudas sin que los afectados encuentren empleo.
Pérdida de cotizantes
En cualquier caso, la disminución de beneficiarios tiene efectos agridulces para las arcas del sistema público. En un primer momento podría pensarse que es un claro ahorro en gasto por desempleo, sin embargo, también representa una pérdida de ingresos para la Seguridad Social, ya que el servicio de empleo público estatal (antiguo Inem) cotiza por los beneficiarios de prestaciones contributivas por desempleo lo mismo que estos estuvieran cotizando en activo, durante toda la duración de la prestación. Este origen de ingresos es ya el de mayor peso (14% del total de lo que se recibe por cotizaciones) después de las cuotas del régimen general.
De ahí que la pérdida de beneficiarios haya representado un recorte de los ingresos por cuotas de parados del 8% en julio pasado.