Sin empleo, más estímulos en EE UU
La economía de EE UU no añadió empleos en agosto. Para los creyentes, esto da nuevo impulso para estímulos fiscales y monetarios. Ninguno tiene mucha credibilidad según la historia reciente. Pero incluso los partidarios de tales esfuerzos deben saber que el 9,1% de paro no se reducirá pronto.
Los pormenores del informe sobre el empleo del pasado viernes fueron ligeramente positivos. El empleo en el sector privado se vio afectado por la huelga de Verizon, con una pérdida temporal de 45.000 puestos. Sumando este número de empleos, el sector privado hubiera ganado 62.000 trabajadores. Pero la tendencia es lenta, la participación de la fuerza laboral es significativamente inferior a la del año pasado y el paro de larga duración continúa siendo peor que en cualquier recesión de posguerra.
En términos políticos, la incapacidad para generar empleos en agosto alienta a los detractares de Barack Obama. Pero también es oro puro para los amantes de los estímulos en su Administración y la Fed, que tienen oportunidades para impulsar nuevas medidas. El presidente debe dirigirse al Congreso el 8 de septiembre.
Aunque nadie puede estar seguro de lo que hubiera pasado sin ellos, ni los estímulos fiscales ni los monetarios han demostrado ser eficaces. Mientras, los bajos tipos de interés han estimulado la inversión de capital en la contención de la creación de empleo. Y el reciente aumento de la actividad reguladora podría estar contribuyendo a la lentitud en el empleo, con costes añadidos o creando incertidumbre. La decisión del presidente del pasado viernes para bloquear una norma de la Agencia de Protección del Medio Ambiente es un guiño en esa dirección. Tanto Obama como la Fed aparecen aún inclinados a efectuar más estímulos. Pero con la actividad fiscal limitada por los políticos y la política monetaria con rendimientos decrecientes, no es probable que la creación de empleo resulte gratificante. El paro de larga duración deberá esperar más tiempo para experimentar un alivio significativo.