_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pruebas de estrés demasiado suaves

Los bancos europeos pueden desear haber soportado unas pruebas de estrés más duras. El examen de la Autoridad Bancaria Europea (ABE), publicado el pasado 15 de julio, evaluó su capital bajo un choque adverso de dos años. Pero los supuestos sobre los costes de financiación en mercados complicados parecen bastante blandos.

No es fácil establecer lo que los bancos tienen que pagar por la financiación a largo plazo. Las preocupaciones sobre la exposición bancaria a los problemas soberanos han impulsado los diferenciales en los CDS, que representan el coste de asegurar contra un default, por encima de los niveles de otoño de 2008.

Esto no es la única evidencia de que la financiación se está endureciendo o de que cada vez sea más cara. Los fondos del mercado monetario de EE UU han acortado los plazos de vencimiento que ampliaron a los bancos europeos, según Fitch.

Comparar los diferenciales actuales de los CDS con los supuestos del ABE sobre el coste medio de financiación al que cada banco europeo se enfrentaría en un choque adverso es esclarecedor. Las pruebas suponen que Société Générale, por ejemplo, habría doblado sus costes de financiación desde los 136 puntos básicos a los 260 para finales de 2012. Sin embargo, el coste de asegurar deuda sénior del mismo banco durante cinco años está ahora en más de 300 puntos. Los CDS de Dexia y otros bancos griegos, irlandeses y portugueses se intercambian ahora por encima de los costes de la ABE con un margen mucho mayor.

Los bancos pueden enfrentarse con esos costes de financiación temporalmente, pero así de elevados se hace más difícil confiar en las conclusiones de la ABE sobre la solvencia bancaria. La buena noticia es que casi el 60% de los activos bancarios europeos se financian con depósitos, mucho menos afectados por el humor de los mercados. Y la gran parte de los grandes bancos, han renovado la mayoría de los fondos que necesitan refinanciar este año. Además, los CDS ya no pueden ser un indicador tan fiable porque estos instrumentos están siendo utilizados para cubrir la exposición a la deuda soberana.

Aún así, que se superen los llamados costes de liquidez adversos en solo un mes tras la prueba no puede ser bueno. La ABE realizó pruebas de liquidez a comienzos de año, pero no publicó sus conclusiones. Los inversores solo pueden esperar que fuera una prueba más dura que la solvencia.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_