La huida de inversores desploma las cuotas de CAM un 61% en dos días
Caja Mediterráneo (CAM) ha cerrado la peor semana en Bolsa desde que sus cuotas participativas saltaran al parqué, en 2008. Tras varias horas estrangulada por la avalancha de órdenes de venta, CAM volvía a cotizar: los títulos cayeron el viernes un 22,94% y en dos sesiones el derrumbe asciende al 61,5%.

Después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) anulara el acuerdo de amortización de las cuotas a 4,77 euros por título, los inversores han intentado huir toda costa del valor. Pero no es fácil, debido a que hay más oferta que demanda. La CAM abrió el viernes en subasta de liquidez, ante el profundo desequilibrio entre las órdenes de venta y de compra, y no volvió a marcar precio hasta las 10.50 horas.
Tras haber marcado un mínimo en la jornada en 0,91 euros por cuota, los títulos de CAM, intervenida por el Banco de España a finales de julio, cerraron en los 1,31 euros, de manera que la caída del día se situó en el 22,94%. El volumen negociado de cuotas fue muy elevado con 2,6 millones de títulos y más de tres millones de euros, cuando la media diaria de negociación en 2011 se sitúa en menos de 78.000 cuotas, según Infobolsa. Nunca antes la CAM había movido tantos títulos en una sesión. En dos días, por tanto, acumula una caída del 61,5%.
El precio de la salida a Bolsa de la caja, efectuada en julio de 2008 y coordinada por Lehman Brothers, fue de 5,84 euros y suponía valorar la entidad en 3.893 millones. La caída respecto al precio al que compraron los inversores en la Oferta Pública de Suscripción (OPS) se sitúa ya en el 77,6%.
El valor volvió a estar estrangulado durante horas por la avalancha de órdenes de venta
Esbozadas en la legislación desde finales de los años ochenta y reguladas detalladamente en 2002, las cuotas eran hasta hace poco el único instrumento que permitía a las cajas de ahorros obtener capital en condiciones similares a las de los bancos. CAM fue la única entidad que llegó a utilizarlas.
A diferencia de Martinsa Fadesa, en concurso de acreedores desde julio de 2008 y sin cotizar desde entonces, CAM no ha sido suspendida de negociación por la CNMV. El supervisor no toma esta medida ante la declaración de concurso o una intervención (como CAM), sino cuando el mercado carece de la información necesaria para tomar decisiones.
Actualmente, hay otras compañías, además de Martinsa, cuya cotización está suspendida. Indo dejó de negociarse el 18 de junio de 2010, después de presentar el concurso voluntario de acreedores. Dogi está en la misma situación y por el mismo motivo desde mayo de 2009.
Española del Zinc, por su parte, solicitó a la CNMV en enero la suspensión de cotización de sus acciones por un periodo máximo de seis meses. La empresa expresó su deseó de abandonar momentáneamente la Bolsa por la posibilidad de que "la incertidumbre actual sobre el futuro de la compañía pueda perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre las acciones de la sociedad". La CNMV accedió a su petición.
Uno de los casos más sonados de suspensión fue el de Avánzit -anteriormente Radiotrónica y hoy, Ezentis-, que permaneció sin cotizar entre diciembre de 2003 y julio de 2004.