_
_
_
_
_
Productos

Cuentas corrientes para parejas, ¿es posible encontrar un chollo?

Hay que considerar para qué se crea, el coste del servicio y la relación entre los titulares

Dónde podemos atender los gastos de comunidad y de la hipoteca sin hacernos un lío, cielo? ¿En qué lugar ingresamos la renta del piso que tenía alquilado papá? ¿Cómo atendemos los gastos que genera la peña de fútbol? ¿No sería lo mejor abrir una libreta común para pagar los cuidados que requiere la abuela? Hay mil y una razones para abrir una cuenta corriente compartida, pero la decisión no es fácil. Elegir mal puede costar más de 50 euros al año. Y es que las entidades financieras miman a los clientes que domicilian la nómina, ¿pero cuál es la opción más cómoda para abrir una cuenta compartida donde nadie compromete sus ingresos periódicos? Estas son las claves.

Para qué es la cuenta

1La primera pregunta que hay que hacerse es qué uso se va a hacer de la cuenta. Por ejemplo, ¿se van a domiciliar pagos o hará falta realizar transferencias? ¿Habrá que obtener efectivo de esa cuenta o todos los pagos serán a través de vía electrónica? Las respuestas a preguntas como estas permitirán descalificar determinadas cuentas corrientes. Por ejemplo, la Cuenta Naranja de ING es un buen instrumento para ahorrar por su atractiva rentabilidad, plena disponibilidad del dinero y ausencia de comisiones. Pero tiene una limitación importante: no permite domiciliar recibos.

Aunque no se domicilie ninguna nómina se puede evitar el pago de la cuota anual y de los apuntes con un saldo medio determinado

Qué gastos puede generar

2Los gastos que genera una cuenta hay que calcularlos en base al uso que se va a hacer de ella. Lo normal es que las entidades establezcan una cuota de mantenimiento -oscila entre los 12 y los 36 euros al año-. También suelen exigir un pago por cada transferencia que se realice y, algún que otro banco, cobra por cada apunte que se efectúa en la cuenta.

Aunque no se domicilie ninguna nómina, hay formas de eludir algunos cargos. Banca March ofrece los servicios básicos a cambio de una tarifa plana anual de 12 euros y entidades como Santander, BBVA o Bankia eximen de su pago si se mantiene un saldo medio determinado. Ninguna entidad remunera los ahorros depositados, aunque Barclays reintegra un 3% de los recibos domiciliados en su Cuenta Oportunidad. Eso sí, exige ingresos periódicos de 900 euros (por ejemplo, provenientes del alquiler de un piso).

La mayor parte de las entidades conceden una tarjeta de débito al primer titular de la cuenta sin cargo alguno, pero si se quieren emitir plásticos para el resto de usuarios habrá que pagar por ello. Los precios oscilan entre los 10 y los 20 euros al año. Solicitar una de crédito es más caro: entre 20 y 38 euros por unidad.

Quiénes están autorizados

3¿Cuál es el motivo que empuja a varias personas a abrir una cuenta común? ¿Son familia, amigos o socios? ¿Se ha decidido que uno solo la administre y que los demás se limiten a supervisar? O por el contrario, ¿es mejor que las actuaciones se efectúen de forma colegiada para que no surjan suspicacias con el dinero? La contestación a estas cuestiones resolverá cuál debe ser el régimen de autorización que rija en la cuenta corriente común.

Una opción es que cada titular pueda disponer de forma individual de los fondos acumulados como crea conveniente. Esta es la opción más cómoda, porque permite delegar las responsabilidades para las que se creó la cuenta. Por lo general, los bancos remiten solo al primer titular la correspondencia bancaria. Pero los demás cotitulares pueden estar al tanto de quién hace qué a través del servicio de banca electrónica. Como cada usuario tiene su clave de acceso independiente, siempre queda registrado quién fue el ordenante de cada operación.

La otra alternativa es establecer un régimen de firmas mancomunadas. Es decir, exigir que toda orden venga refrendada por la firma de dos o más titulares. La ventaja de este sistema es que una de las personas no puede hacer nada sin la aprobación previa de otra. Pero tiene una parte engorrosa: cada vez que se quiera realizar un trámite, por simple que sea, los titulares tendrán que acudir juntos a la sucursal. Y hay otra pega importante: impide ordenar transacciones por internet. Aunque eso sí, los titulares pueden seguir consultando el estado de la cuenta por vía telemática.

Si hay más de dos usuarios en la cuenta, los regímenes de mancomunidad pueden ser de lo más diversos. Se puede exigir siempre la firma de uno de ellos pero permitir que la de los restantes sea indistinta, o decidir que da igual quién firme siempre que vayan al menos dos.

Papeleo para darla de alta

4Contratar un servicio para una persona es sencillo, pero cuando hay varias involucradas la cosa se complica un poco. Por lo pronto, para dar de alta cualquier cuenta corriente es necesario presentar los DNI de todos los titulares así como un justificante de que cuentan con ingresos periódicos. Puede ser una nómina, el contrato de trabajo o una certificación de la empresa. Aunque no se vaya a domiciliar el sueldo este trámite es obligatorio por la nueva norma sobre prevención de blanqueo de capitales.

Las entidades prefieren que los interesados acudan a la misma oficina a firmar la apertura de cuenta, pero no tienen por qué coincidir y hacerlo el mismo día y a la misma hora. En caso de que alguno viva en una población de España distinta de la del resto, se puede solicitar que la entidad mande los papeles de la cuenta a alguna oficina próxima a su domicilio por valija interna.

En el caso de las entidades online, uno de los titulares debe hacerse cargo de reunir toda la documentación de los demás usuarios y, acto seguido, remitirla por correo postal al banco.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_