La Bolsa, bajo el imperio del miedo
El Ibex salda la semana con una ganancia mínima del 0,54% ante la falta de concreción de la Fed sobre posibles nuevas medidas de estímulo
El mercado esperaba más. La intervención el viernes del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en el foro anual de banqueros centrales celebrado en Jackson Hole (Wyoming) decepcionó y no pudo apaciguar a un mercado cada vez más preocupado por el riesgo de recaída económica mundial. Los inversores querían un mensaje más contundente y pese a que la autoridad monetaria confirmó que tiene armas para estimular la economía, la ausencia de detalles concretos sobre cómo o cuando las utilizará infundió el desánimo en los parqués.
Las Bolsas, que desde el inicio de la sesión navegaban en terreno negativo, ahondaron inicialmente las pérdidas, vapuleadas también por la revisión a la baja en EE UU del PIB del segundo trimestre al 1%. Con todo, el ajuste se contuvo rápidamente. El tramo final de la sesión en Europa coincidió con un cambio de sesgo de Wall Street. Así, el Ibex, que llegó a perder un 3,25% en el peor momento de la sesión, terminó cediendo un 1,37%, cerrando en 8.185,7 puntos. Esto evitó que el índice encadenara su quinta semana consecutiva en números rojos. El saldo semanal definitivo fue de una modesta revalorización del 0,54%. En cualquier caso, la situación tendría que dar un vuelco entre el lunes y el miércoles próximos para impedir que agosto se cierre en rojo. La caída acumulada hasta el momento es del 15%. Si el mes concluye en el nivel actual, será el peor agosto desde 1998.
Entre los valores que aportaron más rendimientos destacan Amadeus (10,24%), OHL (4,87%), Abengoa (3,44%), Ferrovial (3,3%) y Técnicas Reunidas (3,27%). Las pérdidas fueron más limitadas: la aerolínea IAG se dejó un 3,59%; Mediaset, un 3,57% y Acerinox, un 3,51%. Es importante recordar que todos los movimientos de esta semana han tenido lugar con muy poco volumen. El mejor día en el mercado continuo fue el lunes, cuando se alcanzaron los 1.960 millones de euros. El viernes, la negociación no llegó a los 1.670 millones. Esto denota cierta falta de interés por parte de los inversores para entrar o salir del mercado. El dinero se ha quedado a la espera de una mayor definición de los derroteros que tomará la economía.
En el resto de mercados el comportamiento fue similar. La desaceleración de la caída en los últimos minutos del viernes permitió que las principales plazas financieras cuadraran en positivo el balance de las cinco sesiones. El Cac parisino mejora un 2,34%; el Footsie de Londres, un 1,77%; el Euro Stoxx, un 1,45% y el Dax de Fráncfort, un 1,05%.
En Wall Street, los avances han tenido más consistencia. El viernes el Dow Jones ganó un 1,21%; el Nasdaq, un 2,49%, y el S&P 500, un 1,51%. Esto facilitó que los índices neoyorquinos saldaran la semana con alzas superiores al 4%.
Sobre la mesa queda el hecho de que el final feliz que los inversores anhelaban a principios de semana no pudo ser total. Ben Bernanke no quiso quemar en Jackson Hole todos los cartuchos. Aunque el mercado parecía pedir a gritos la promesa de una tercera ronda de compras de deuda, el QE3 (en sus siglas en inglés), el presidente de la Fed optó por comentar simplemente que posee "una variedad de armas que puede utilizar para suministrar más estímulo monetario" si fuera necesario. Es un mensaje que, por otra parte, viene repitiendo prácticamente desde el comienzo de la crisis.
Lo que nadie obvia es el creciente deterioro económico de EE UU, como pone de manifiesto la segunda revisión del dato del PIB del segundo trimestre en EE UU, publicada el viernes. Este indicador refleja que la principal potencia del mundo creció a una tasa anualizada del 1% frente a la estimación anterior del 1,3%, un dato que queda por debajo de las expectativas del mercado que apuntaban a una lectura del 1,1% y cuya merma responde a un aumento menor de los inventarios y menos exportaciones.
Ante esta cifra, otras noticias más positivas han sido minimizadas por los inversores. Es el caso de la revisión al alza del consumo en el segundo trimestre al 0,4%, desde el 0,1% y el 0,2% esperado, o la mejora de la encuesta de confianza de la Universidad de Michigan, que repuntó a 55,7 puntos frente al mínimo de 54,9, registrado el mes anterior.
Sequía en el interbancario
En Europa, la situación tampoco es mucho mejor. Uno de los asuntos que más preocupa es la falta de liquidez en el interbancario. Así lo puso de manifiesto el martes, cuando la apelación de la banca a la ventanilla diaria de préstamos de emergencia del BCE alcanzó los 2.822 millones de euros. Para hacerse una idea la situación, basta recordar que la cifra promedio de julio fue de 123 millones. Se trata del dato más elevado desde los 3.911 millones que se alcanzaron el pasado 10 de agosto. Conviene recordar que aquel fue un día negro en los mercados: se especuló con la posibilidad de que Francia perdiera la triple A y que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) quedase en agua de borrajas. Valores como Société Générale llegaron a perder hasta un 25% de su valor en Bolsa, ante una avalancha de rumores que luego demostraron no tener fundamento.
La ventanilla de emergencia es un recurso del que dispone el BCE cuando los bancos necesitan liquidez y no pueden esperar a las subastas que se realizan con carácter semanal, trimestral y semestral. Por eso, los préstamos de esta ventanilla de emergencia se cobran al 2,25%, frente al 1,5% habitual. Otro dato interesante que evidencia la presión existente en el interbancario es el de la facilidad de depósitos del BCE. La cifra actual rebasa los 100.000 millones de euros, cuando el promedio diario del mes pasado fue de 38.354 millones. Esta herramienta es una especie de caja fuerte que la banca utiliza para dejar a buen recaudo la liquidez que le sobra. La remuneración que ofrece el BCE no es precisamente espléndida, pues es de solo el 0,75%.
No obstante, también hay indicios positivos. El organismo que preside Jean-Claude Trichet, en un nuevo intento por frenar la subida de las primas de riesgo, compró 14.291 millones de euros en deuda soberana europea la semana pasada, una cantidad que suma a los 22.000 millones que adquirió la semana precedente cuando realizó compras récord de este tipo. El saldo total asciende a 110.500 millones de euros. La intervención sirvió inicialmente para bajar las primas de riesgo. La acción del BCE en el mercado ha tenido efectos positivos que se han reflejado tanto en las primas de riesgo como en la acogida de las últimas subastas de deuda en Europa. Esta semana, el Tesoro español colocó 2.941 millones en letras a tres y seis meses. El interés de las letras a tres meses fue del 1,35%, un 28,9% menos que la subasta anterior. La remuneración de la deuda a seis meses se situó en el 2,18%, un 13,4% menos que en la colocación previa. Adicionalmente, las primas de riesgo permanecen contenidas en los 284 puntos en el caso de España y en los 294 en el de Italia.
Con todo, una prueba de que la incertidumbre persiste es la decisión de la CNMV de mantener hasta el 30 de septiembre de mantener la prohibición a los inversores de tomar posiciones cortas (apuestas bajistas) o incrementar las ya abiertas sobre una serie de 16 valores financieros, que incluye a todos los bancos cotizados.
El oro sube un 5% desde el último ajuste
El valor refugio del momento, el oro, avanzó el viernes un 0,4% hasta situarse en 1.780 dólares. La semana ha demostrado que el metal precioso también es una inversión de riesgo. Entre el precio más alto (el récord histórico de 1.913,5 dólares en el contado del pasado martes) y el más bajo (los 1.704,25 dólares del jueves) ha mediado una oscilación del 10,94%. Desde esos mínimos del jueves, el oro ha repuntado otro 5%. Las últimas oscilaciones eran esperadas por los expertos."La escalada fue demasiado rápida durante un periodo muy corto. No era sostenible", explica Philip Klapwijk, responsable global de análisis de metales de Thomson Reuters GFMS. Klapwijk destaca algunos elementos que pueden reforzar la trayectoria del metal: "Falta de confianza en las principales divisas; alta probabilidad de que se mantengan políticas monetarias inflacionistas, sobre todo en EE UU, y la crisis de deuda soberana en Europa, que ha entrado en una nueva fase muy preocupante". Klapwijk está "seguro" de que el oro superará la barrera de los 2.000 dólares "antes de fin de año", porque es un activo cuya importancia es creciente para los inversores. "Los 2.000 dólares son fácilmente alcanzables", reconoce Luis Puertas, responsable para Iberia y América Latina de ETF Securities. Tras 11 años al alza y una revalorización acumulada del 550%, las fluctuaciones son inevitables.
Otras claves
Dólar. La divisa frenó su escalada frente al euro ayer tras los comentarios de Bernanke al situarse en 1,448 unidades. En el año pierde el 8,2%.Volatilidad. Sigue alta pero ha remitido. El índice VIX ha pasado de cotizar en 48 a principios de mes a situarse en cerca de 35.Volumen. Bajo mínimos. El viernes se negociaron 1.669,9 millones en el continuo, lejos de los 3.369 millones de media diaria del mes de agosto.