_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La vejez arruga

El envejecimiento de la población es otro viento en contra para los acciones de EE UU. Un crecimiento económico escaso es una cosa. Pero las acciones podrían sufrir también durante una década o más a medida que la generación del baby boom las venda, según dos economistas de la Reserva Federal de San Francisco. Una razón más para que tanto fondos de pensiones, como jóvenes ahorradores e inversores se aseguren de no esperar demasiado.

Los economistas han comprobado la estrecha relación entre demografía y la ratio precio-ganancias. La ratio de ahorros altos de los estadounidenses entre 40 y 49 años hasta ser sexagenarios se corresponde con alrededor del 60% de los cambios en los precios-ganancias para el índice S&P 500, que se remonta a la década de 1950, según estos economistas. Si el envejecimiento del país continúa así, los precios reales de las acciones podrían caer un 13% en 2021 comparado con 2010.

Esto supone un problema, especialmente si se combina con la década perdida iniciada en el milenio. El poder de componer a dos dígitos de promedio anual los retornos entre 1980 y 2000 condicionó a una generación para utilizar las acciones a la hora ahorrar. Alguien que invirtió 10.000 dólares en el S&P 500 en 1980 tendría que haber tenido 136.000 dos décadas después. Este resultado fue un poderoso incentivo para inclinar los fondos de pensiones y otras tenencias a largo plazo hacia las acciones. También hizo creíbles los retornos de un 8% para los fondos de pensiones.

Los rendimientos negativos de la década de 2000, sin embargo, deberían verse como una advertencia. Si los investigadores tienen razón, en la próxima década podría verse cómo se reducen las valoraciones del mercado de valores también. Los inversores tendrán que ahorrar más o encontrar mejores retornos en otras partes para compensar. Los emergentes son la elección obvia. Poblaciones más jóvenes en China, India y Brasil deberían impulsar el crecimiento económico durante la próxima década. De seguirse con el juego de la pasada generación podría llegarse a un retiro lejos de ser cómodo.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_