Corea del Norte está dispuesta a reanudar las negociaciones nucleares
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, expresó hoy la voluntad de reanudar las negociaciones sobre su programa nuclear tras reunirse en Siberia con el presidente ruso, Dmitri Medvédev.
Los norcoreanos "han confirmado su disposición a retornar sin condiciones previas a las conversaciones" a seis bandas que están paralizadas desde 2008, afirmó Natalia Timakova, portavoz del Kremlin.
Además, "en el curso de las negociaciones multipartitas estarían dispuestos a resolver el asunto de la imposición de una moratoria" a la fabricación de armas y a la realización de ensayos nucleares como los de 2006 y 2009, que fueron condenados por la ONU, añadió.
æpermil;ste es el principal resultado de la primera reunión mantenida entre Medvédev y Kim en la base militar de "Sosnovyi Bor" (El Pinar) en la república budista rusa de Buriatia, que limita al sur con Mongolia.
Corea del Sur y Estados Unidos, que sospechan que Pyongyang tiene suficiente plutonio para fabricar hasta seis bombas atómicas, se han mostrado dispuestos en las últimas semanas a reiniciar las negociaciones, aunque han llamado a los norcoreanos a renunciar de antemano a las pruebas nucleares.
La disposición de Pyongyang de reabrir los contactos con los participantes en las negociaciones nucleares (China, EEUU, ambas Coreas, Japón y Rusia) es su respuesta a la propuesta rusa de gas a cambio de paz.
"En lo que se refiere a la cooperación gasística hay resultados", afirmó Medvédev, en alusión al proyecto ruso de tendido de un gasoducto intercoreano, que ya ha recibido el visto bueno de Seúl.
Este proyecto permitiría a Corea del Norte ingresar más de 100 millones de dólares anuales por el tránsito del carburante y disponer de tarifas preferenciales para sus propias importaciones.
"Corea del Norte está interesada en la realización de este proyecto tripartito, con participación de la Federación Rusa y de Corea del Sur", subrayó el líder ruso.
Medvédev precisó que él y Kim han ordenado crear una comisión especial a fin de coordinar el tránsito del gas a través de Corea del Norte.
El líder ruso encomendó al presidente del consorcio gasístico Gazprom, Alexéi Miller, que dé prioridad a este proyecto, que Rusia espera que sirva de incentivo político y económico para que Corea del Norte rompa su aislamiento.
El gasoducto intercoreano, que sería un ramal del conducto que en Rusia une Jabárovsk con Vladivostok y la isla de Sajalín, transportaría unos 10.000 millones de metros cúbicos de gas.
Gazprom y la corporación surcoreana Kogas suscribieron un acuerdo de cooperación gasística en 2009, pero para su realización necesitan el beneplácito de Corea del Norte, adonde ya viajó en junio pasado una delegación de la compañía rusa.
Occidente ya ha ofrecido en otras ocasiones a Pyongyang incentivos energéticos para que renuncie a sus ambiciones nucleares, pero éste, pese a aceptar, siguió desarrollando en secreto su programa nuclear.
Así ocurrió tras los acuerdos alcanzados en 1994, que contemplaban el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano a cambio de la instalación de reactores atómicos para uso civil, y en 2007, que incluía el envío de combustible.
Por otra parte, ambos mandatarios también abordaron hoy la posibilidad de reestructurar la deuda exterior norcoreana con la desaparecida URSS, que asciende a 11.000 millones de dólares.
Precisamente, uno de los principales objetivos de la visita de Kim, la primera a Rusia desde 2002, era buscar ayuda económica para superar los graves problemas de escasez que aquejan al país, donde gran parte de la población sobrevive gracias a asistencia humanitaria exterior.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció recientemente el envío de 50.000 toneladas de grano de ayuda a Corea del Norte, que sufre continuas inundaciones debido al cultivo intensivo de la tierra, que no absorbe el agua.
"Gracias por su atención. Estamos teniendo un feliz viaje", dijo Kim, que fue mostrado por la televisión rusa vestido con su tradicional traje militar maoísta de color caqui.
Kim, de 69 años y cuya salud ha despertado numerosas especulaciones desde 2008, abandonará hoy Rusia a bordo de su tren blindado, con el que cruzó por sorpresa la frontera el pasado sábado y en el que se hospedó todos los días por motivos de seguridad.
Como es habitual, la visita de Kim ha estado rodeada de un gran secretismo y los medios de comunicación no conocieron ni la fecha de la reunión con el presidente ruso ni el resto del itinerario hasta el último momento.
Entre otras cosas, Kim visitó el lago Baikal y rindió tributo a Lenin, el fundadior de la URSS, pero se desconoce si se desplazó al antiguo campamento guerrillero norcoreano en la región rusa de Jabarovsk donde nació clandestinamente en 1942.