Sin una salida rápida para la vivienda
El número de nuevas viviendas sin vender -700.000 según el Gobierno- es uno de los datos más preocupantes de la economía española. Para apuntalar el mercado inmobiliario, la semana pasada el Gobierno redujo a la mitad el IVA desde el 8% al 4% hasta finales de año. A lo sumo, podría ayudar un poco al mercado. Pero los compradores no aparecerán hasta que las perspectivas de empleo mejoren y los bancos reconozcan más pérdidas inmobiliarias.
Esta no es la primera vez que el Gobierno ha efectuado un pequeño ajuste en las herramientas fiscales en el mercado de vivienda. Hace un año, incrementó el IVA desde un 7% al 8%. En enero, eliminó la deducción fiscal por adquisición de vivienda. La compraventa de viviendas se animó temporalmente antes de que la deducción finalizase, para disminuir de nuevo en los últimos meses. En junio, el número de propiedades vendidas descendió un 23%.
Puede que la fugaz ventanilla de descuento empuje a algunos compradores a dar el paso antes de terminar el año. Pero la realidad es que el mercado no puede recuperarse hasta que el paro no comience a reducirse. Por el momento, los pocos compradores que hay son para formación de hogar, y no de reposición. Alquilar las casas vacías ayudaría, pero el mercado en España es todavía pequeño.
Lo que es más, los precios son todavía muy altos y un recorte del 4% no marcará una gran diferencia. Una familia necesita aún de media 6,5 años de sus ingresos anuales para adquirir una vivienda. Eso es un 14% menos que su nivel más alto, pero todavía es un 30% superior a la media histórica y está por encima de los mercados de Reino Unido y EE UU, según estimaciones de Exane.
A pesar de los esfuerzos para eliminarlo, la banca acumula aún más propiedades de las que venden. Necesitan mayores descuentos, incluso aunque esto implique reconocer pérdidas. Cuanto antes eliminen los bancos de sus balances estos pesos muertos, más fácil será ampliar el crédito. Eso podría ser más efectivo que realizar pequeños ajustes en el IVA.