Rusia baraja la creación de un hotel orbital para lanzar el turismo en el espacio
Un hotel orbital, vuelos panorámicos a la Luna y viajes de lujo al espacio son parte de los planes de Rusia para asegurarse que no se queda atrás en la naciente industria del turismo espacial.
Las empresas rusas desvelaron sus planes en este campo, la semana pasada, en MAKS, la feria aeroespacial internacional que cada dos años se celebra en el aeropuerto de Zhukovsky, a las afueras de Moscú. La industria dio el pistoletazo de salida a la fabricación de una nueva nave capaz de transportar pasajeros al espacio tras la decisión de la NASA de poner fin al programa de transbordadores espaciales.
Así, RKK Energia avanzó que trabaja en una nueva generación de aeronaves de este tipo mientras que Orbital Technologies apuntó que espera tener listo un hotel con capacidad para siete huéspedes que podría en órbita en 2016. Otros planes de la industria rusa incluyen viajes turísticos a la cara oculta de la Luna e incluso, para 2030, a Marte.
"El turismo espacial es un negocio real y de rápido crecimiento", afirmó Sergei Kostenko, responsable de Orbital Technologies, durante el salón aeroespacial. "Quien sea capaz de construir la primera nave espacial de la nueva generación cosechará grandes beneficios", añadió.
Aunque en la actualidad Rusia mantiene el monopolio de los viajes al espacio a bordo del Soyuz, parte con desventaja.
Expertos en el sector de otros países ponen en duda que las empresas rusas puedan alcanzar los ambiciosos objetivos que se han propuesto en este campo por falta de financiación. Desde el Ejecutivo ruso incluso se reconoce que será difícil competir con las empresas privadas estadounidenses que, en estos momentos, pujan por hacerse con contratos de la NASA.
La financiación disponible para el programa espacial de EE UU es mucho mayor que en el caso ruso. "Estados Unidos tiene más posibilidades que nosotros en la actualidad", admitió Alexander Derechin, uno de los ingenieros jefe del contratista espacial semipúblico RKK Energia. A su juicio, Estados Unidos ha tomado "una sabia decisión" al apoyar con financiación pública a empresas como Boeing o Lockheed para el desarrollo de una nueva nave espacial.