Vuelve la desgravación por compra de vivienda
Representantes cualificados del Partido Popular han manifestado su propósito de recuperar la figura de la desgravación fiscal al acceso a la vivienda en propiedad en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en caso de acceder al Gobierno de España en las próximas elecciones generales. Se trata de una reacción a lo establecido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2011, en los que se ha eliminado la desgravación a la compra de vivienda habitual en el IRPF (el 15% de las cantidades satisfechas en el año, hasta un total de 9.015 euros) para contribuyentes con ingresos anuales superiores a 24.107 euros.
Pero dichos presupuestos han mantenido la desgravación para los adquirentes anteriores a dicha fecha. Además, persiste la deducción citada para hogares con base imponible inferior a 24.107 euros, que será de menor alcance para los que tengan ingresos comprendidos entre 17.707 y 24.107 euros anuales. La desgravación continúa, pues, como hasta ahora, para los contribuyentes con ingresos no superiores a 17.707 euros anuales.
Las comunidades forales, País Vasco y Navarra, han mantenido la desgravación. Otras autonomías han continuado aplicándola en el tramo transferido del IRPF. Todo lo anterior implica que la eliminación de la desgravación establecida por el gobierno socialista ha tenido carácter parcial.
En general, el régimen tributario de la vivienda no ha sido el factor más relevante de cuantos actuaron sobre el mercado de la vivienda en el reciente auge inmobiliario. El sistema fiscal español fomentó en el pasado el acceso a la vivienda habitual bajo la forma de la propiedad. Ello supuso un trato discriminatorio a favor del ahorro destinado al acceso a la vivienda respecto de otras formas de inversión. Esta situación es la que pretende recuperar el PP con la propuesta comentada.
En situaciones de intenso auge inmobiliario es la demanda de vivienda la que tira de los precios de la vivienda, dominando los oferentes en la fijación de los precios de venta. Los promotores establecen los precios al nivel al que puede llegar el endeudamiento del comprador, a la vista de los ingresos de este último y de las condiciones de tipo de interés y plazo de los préstamos. En dichas circunstancias, las ayudas fiscales, al permitir un mayor nivel de endeudamiento, se capitalizan en el precio de venta, por lo que contribuyen más al encarecimiento de las viviendas que a facilitar el acceso a las mismas.
En las circunstancias de 2011, al restablecer las ventajas fiscales plenas al acceso en propiedad, los dirigentes del PP pretenden contribuir a la recuperación de la demanda de vivienda. Pero esta última está muy debilitada por la deprimida situación del mercado de trabajo, por el selectivo y persistente racionamiento del crédito y porque todavía los precios de venta de las viviendas en España resultan muy elevados respecto de los niveles de ingresos familiares. Si se pretende facilitar de verdad el acceso a la vivienda, los recursos públicos tendrían más incidencia extendiendo los subsidios al arrendatario incluidos en lo que ahora se denomina Renta Básica de Emancipación. Pero más que estimular el acceso a la vivienda, los dirigentes del PP parecen querer favorecer el acceso en propiedad frente al acceso en alquiler, lo que reduce la flexibilidad de la economía. Tan solo el 11,5% de los hogares viven en España en viviendas en alquiler, la menor proporción de los países de la Eurozona
El coste fiscal de las desgravaciones en el IRPF al acceso a la vivienda en propiedad en España, financiada con endeudamiento, ha oscilado en los últimos años en torno al 1% del PIB (6.500 millones de euros en 2011). Se trata de una cuantía significativa y que podría tener empleos más racionales, especialmente en tiempos en los que importa la reducción del déficit público. De salir adelante la aspiración de los populares a recuperar la desgravación plena al acceso en propiedad, el coste presupuestario anual de dicha medida se aproximaría en poco tiempo a los 10.000 millones de euros. Lo relevante ahora es que la incidencia de dicha medida resultaría muy limitada en cuanto a recuperación de la demanda de vivienda se refiere, ante el peso de las variables que frenan la demanda, entre las que destaca el papel del crédito. La política de vivienda en España necesita, en general, más que un aumento parcial de las ayudas, como pretenden los economistas del PP, una actualización de estas últimas tras una clarificación imprescindible de los objetivos de dicha política.
Julio Rodríguez López. Economista y estadístico. Expresidente del Banco Hipotecario de España