Soluciones para los farmacéuticos
Los farmacéuticos han planteado lícitamente la batalla para cobrar aquellos servicios de dispensación de medicamentos de los que han sido proveedores al Estado. Sin embargo, esta reclamación está chocando estos días con la obligación de pagar por las Administraciones esa prestación sanitaria previamente prestada y pagada por los farmacéuticos cuando compran el medicamento.
Ante esta situación, el presidente de Asociación Española de Derecho Farmacéutico, Mariano Avilés, ha realizado una propuesta al Consejo de Colegios de Castilla La Mancha.
En primer lugar, sería necesario negociar junto a la Administración la concesión a los farmacéuticos de una póliza de crédito por el importe actualmente debido a lo que habría que sumar el importe estimado de dispensación con receta que se pudiera generar durante la vida del crédito, a un interés razonable pagadero trimestralmente por el farmacéutico, y por un plazo que prudencialmente se entienda suficiente para que la Administración pueda hacer frente a sus obligaciones, a firmar por el farmacéutico y con la toma de razón en la propia póliza por parte de la Administración para que los pagos se realicen directamente a la entidad financiera que finalmente intervenga.
En segundo término, llegado el vencimiento, si la póliza de crédito no se hubiere cancelado, en la propia póliza se hará constar mediante una cláusula especial la prórroga automática al vencimiento por otro plazo a establecer, a un interés blando. En ése caso, sería la Administración quien debería asumir el crédito a los efectos de que estos importes sean diferidos en distintos ejercicios presupuestarios, evitando de esta manera que el crédito se sitúe en mora y que en su caso entrara en contencioso con el perjuicio consiguiente para la entidad financiera que tendría que coberturar estos importes conforme a las normas establecidas por el Banco de España, dando por vencida la póliza y ejecutando la misma.
Por último, los anteriores pasos posibilitarían que la Administración pudiera hacer frente a las facturas corrientes que por las dispensaciones fuera pasando los farmacéuticos, a partir del primer vencimiento de la póliza de crédito. Es evidente que para que todo lo anterior se pueda llevar acabo se necesita la voluntad de que Administración e interlocutores profesionales, se pongan de acuerdo en esa voluntad de solución y cauces para realizarlos.
Son épocas difíciles para todos, también para los farmacéuticos, y aunque la facultad disciplinaria y sancionadora de la Administración debe ser exhibida, esta no debiera aplicarse ahora.
Los farmacéuticos en esta guerra se juegan mucho y no es solamente su dinero. Se juegan una imagen frente a la sociedad a la que sirven y desde luego la viabilidad de un modelo que pudiera empezar a hacer aguas en los tiempos modernos necesitados de planteamientos y servicios nuevos.
Mariano Avilés. Asociación Española de Derecho Farmacéutico